Jalisco rompió en 2025 un nuevo récord en el número de fosas clandestinas localizadas. Hasta el 31 de octubre se han hallado 49 sitios de inhumación ilegal, presuntamente operados por grupos de la delincuencia organizada. El record lo tenia el 2022 con 41 de estos sepulcros clandestinos.
Sitios de inhumación clandestinos procesados por año
(diciembre 2018 - octubre 2025)
Fuente: IJCF
Sin embargo, este incremento en puntos localizados no se traduce en una mayor cantidad de cuerpos recuperados, a diferencia de años anteriores. La disminución en restos encontrados apunta a una nueva estrategia criminal, basada en la dispersión de cadáveres en distintos lugares para dificultar su localización y los trabajos de investigación.
Este año se han localizado 227 cuerpos en fosas, incluso menos que en los años 2023, 2022, 2021 y 2020, este año que tuvo el récord en cantidad de cuerpos localizados con 544. La cifra de cuerpos encontrados pudiera aumentar
Personas localizadas en sitios de inhumación clandestinos
(diciembre 2018 - octubre de 2025)
Total: 2,073 personas
Fuente: Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses
Gran parte de estos descubrimientos han sido posibles gracias al trabajo en campo de colectivos de búsqueda, como Guerreros Buscadores y Madres Buscadoras, cuyos integrantes realizan recorridos en diversas zonas y posteriormente notifican a las autoridades para que continúen con los procedimientos oficiales.
De diciembre de 2018 a octubre de 2025, Jalisco registró sitios de inhumación clandestina distribuidos en al menos 20 municipios, con una marcada concentración en la zona metropolitana. Tlajomulco de Zúñiga encabeza la lista con 85 puntos procesados, seguido de Zapopan con 44 y San Pedro Tlaquepaque con 22, mientras que El Salto, Guadalajara, Tonalá e Ixtlahuacán de los Membrillos reportan entre 11 y 12 hallazgos cada uno. En la región interior también se documentaron casos aislados, como en Chapala, Ameca, El Arenal o Jocotepec. Teuchitlán aparece con un sitio registrado, derivado de los recientes hallazgos en el rancho Izaguirre.
Jalisco mantiene 35 sitios de inhumación clandestina en proceso de intervención, según el registro oficial del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF). Entre los casos más relevantes se encuentra Camino a Las Agujas, en Zapopan, donde continúan trabajos sobre 60 víctimas preliminares, así como El Panteón San Sebastianito, en Tlaquepaque, que reporta 21 hallazgos aún en análisis. También permanecen abiertos los expedientes de Arenales Tapatíos, Nextipac (zona rural) y Vicente Guerrero (Arroyo Hondo), todos en Zapopan, con entre 15 y 16 víctimas preliminarmente localizadas.
Los delincuentes han buscado distintos mecanismos para eliminar los cuerpos o complicar los trabajos de reconocimiento y para los expertos, cada vez es más difícil lograr la sustracción de muestras de ADN, principal forma de reconocimiento de cuerpos, ante la falta de registro para otras pruebas como odontológicas y dactilares.
"Ahora, el problema es cuando tenemos, por ejemplo, muestras biológicas con mucha degradación o muy degradadas, que fueron quemadas, que fueron sometidas a ácidos, que fueron sometidas a diferentes reactivos químicos, ahí se complica porque como el ADN está degradado, ya no puedes identificar todos esos segmentos de ADN y te quedas con menos, te quedas con 10, con 12, con 13, con 9, y a veces estos no son suficientes para obtener valores de razón de verosimilitud o índices de paternidad, hermandad, debilidad, como le comentaba ahorita, muy altos, y aquí es cuando la prueba se vuelve un poco ambigua porque ya no tienes valores tan elevados y la probabilidad de que otra persona sea el familiar de ese individuo pues se vuelve alta. Entonces, como le decía ahorita en síntesis, todos son informativos, todos son útiles, pero también en algunos casos tienen sus debilidades", expresó José Alonso Aguilar Velázquez, coordinador de la maestría en Genética Forense e Identificación Humana de la UdeG.