Desde el mes de abril hasta finales del mes de junio en el temporal de lluvias, las Nueve Esquinas en Guadalajara se viste de colores con la belleza de las pitayas y la venta de guamúchiles, además de que en el ambiente se percibe un olor peculiar. Y es que este fruto de diversos tamaños atrae desde la vista.
Las hay de varios colores y con ellas se pueden elaborar deliciosos manjares como pan, dulces, ponches, nieves, tamales, agua fresca y hasta jabones, aunque la mayoría prefiere comerlas así, directito y a la boca, porque a una buena pitaya nadie se resiste.
"Tenemos precios muy económicos, 40 pitayas por cien pesos, 30 por cien, de la grande en 10 pesos y de la mediana tenemos 15 pitayas por cien pesos, son precios ya muy accesibles", comentó Perla, vendedora de pitayas.
Las pitayas son un símbolo del sur de Jalisco. Este año, los comerciantes provenientes de Techaluta y Amacueca ofrecen esta delicia que solo aparece por unas pocas semanas. Señalan que se han registrado ventas bajas en este año. "La temporada ha estado regular, no ha sido una buena temporada, ha estado muy solo, solamente los fines de semana es cuando terminamos pronto porque hay más venta".
"Mucha gente piensa que con la lluvia la producción se termina, que ya no hay pitayas pero no, al contrario, a la pitaya le beneficia la lluvia, crece más, se hace más bonita", dijo la señora María.
Para este año, el Ayuntamiento de Guadalajara otorgó 80 permisos para puestos semifijos y 40 para vendedores itinerantes, buscando mantener el orden y la tradición de este corredor gastronómico tan característico de la ciudad ubicado sobre la calle Colón y Avenida de La Paz. La señora Rosaura no desaprovechó la oportunidad. "Claro que me encantan, soy de Jalisco, estoy de visita y vengo de Los Ángeles, vine exclusivamente a las pitayas".
"Pues compramos 300 pesos de pitayas, de variedad", dijo el señor Alfonso
La pitaya en Jalisco crece en cactáceas silvestres, su cáscara es delgada, cubierta de espinas, y su pulpa es jugosa, con pequeñas semillas negras. Se cosechan exclusivamente en climas áridos y cálidos del sur de la entidad. Son una fuente natural de antioxidantes, vitamina C y fibra, además de tener un alto contenido de agua.
Más allá de ser un antojo de temporada, la venta de pitayas en Guadalajara representa un puente entre el campo y la ciudad, una tradición que conserva prácticas agrícolas, saberes populares y sabores que evocan la infancia de muchos.
Pero si usted no desea llevar muchas pitayas, no se preocupe, porque hay de 3, 5 y 6 pesos. El señor Rogelio da a conocer su promoción "25 en cien para que les salgan a cuatro".
Así que ya lo sabe, venga a disfrutar de la Feria de las Pitayas, Derivados y Guamuchiles en las 9 esquinas de 9 de la mañana a las 20 horas.