Mantienen viva la tradición de las piñatas navideñas

Desde hace 10 años la familia Rosales mantiene viva la tradición de hacer las piñatas navideñas: las de estrella con siete o seis picos y las personalizadas de santa claus, el grinch o algún otro personaje de temporada.

Su pequeño taller, ubicado en Tonalá, es enteramente una tradición familiar que en estas fechas se llena de colores, tamaños y una ardua pero reconfortante labor.

"Tenemos aproximadamente como unos 10 años haciendo piñata. La familia, toda la familia; entre todos es nuestro trabajo y unos hacen una cosa y otros otra", mencionó María de Jesús Rosales.

Hacer una piñata no es nada sencillo; sin embargo, la temporada los ha llevado a aumentar la producción de 10 piñatas a 35 diarias.

"Inicia desde cortar el cartón y luego ya se arma lo que es el pico, primero se hace el pico, luego ya se hace como una pelota de cartón y ya sobre de eso se van poniendo los picos, puestos los picos ya luego se empapela y ya después de empapelada, se seca y ya se decora. La de los siete picos es la tradicional y la que más piden", describió.

Los precios y los diseños varían según el tamaño y el papel; por ejemplo, las de seis picos cuestan 75 pesos y las de 7 picos van de los 85 a los 180 pesos.

Las ventas de este año han sido incluso un poco mejores que las de 2020 a pesar de que aseguraron que no tuvieron afectaciones, por lo que esperan que todas las familias al menos puedan tener una piñata para alegrar sus fiestas.

"Pues es mucha alegría transmitir a las personas los significados, llevarles lo que es el colorido y todo eso para que se alegren y es muy hermoso culminar con una piñata en nuestra posada, eventos, cumpleaños, es muy bonito". 

Las piñatas de la familia Rosales se pueden encontrar en el 45417 de la Avenida Río Nilo o en el número 10 de la calle Nogal en la colonia Lomas del Camichin, en Tonalá.