La Asamblea General de la ONU pidió con gran apoyo un alto al fuego inmediato y permanente en Gaza, la liberación de los rehenes y que se permita entrar ayuda humanitaria sin obstáculos para la población palestina
Este texto, presentado por España y copatrocinado por más de setenta países, recibió 149 votos a favor, 12 en contra y 19 abstenciones, marcando un giro notable en la postura internacional respecto al conflicto.
La resolución destaca con fuerza el uso del hambre como arma de guerra contra la población civil de Gaza, condenando la denegación del acceso a la asistencia humanitaria esencial para la supervivencia de millones de personas.
Además, subraya la responsabilidad de Israel, como potencia ocupante, de garantizar el cumplimiento de sus obligaciones legales y humanitarias, incluyendo la apertura inmediata y permanente de todos los pasos fronterizos para facilitar la distribución de alimentos, medicinas, combustible y agua potable.
Aunque no es obligatorio, este documento aumenta la presión sobre Israel, ya que pide a los países actuar, solos o en grupo, para que Israel respete sus compromisos internacionales
La resolución también reafirma el compromiso con una solución de dos Estados, reconociendo a Gaza como parte integral del Estado palestino, lo que apunta a la coexistencia pacífica dentro de fronteras reconocidas.
El embajador español ante la ONU, Héctor Gómez, enfatizó la urgencia de enviar un mensaje claro y contundente sobre la crisis humanitaria en Gaza, que ha dejado ya más de 55,000 muertos y ha provocado hambre y malnutrición en dos millones de personas.
Gómez destacó que la resolución recoge tres demandas esenciales: el cese inmediato de las hostilidades, la liberación de los rehenes y la entrada sin condiciones de ayuda humanitaria.
La votación mostró cambios importantes en las alianzas tradicionales. Países aliados de Israel, como Japón, Canadá, Alemania, Australia y Reino Unido, que en ocasiones anteriores se habían abstenido, esta vez apoyaron la resolución
En contraste, Estados Unidos, Israel, Argentina, Hungría y Paraguay votaron en contra. La oposición argumentó que la resolución no condena explícitamente a Hamás, el grupo responsable del secuestro de rehenes, y que podría premiar a los terroristas, además de no contribuir a una solución diplomática realista.
El embajador israelí, Danny Danon, criticó duramente el texto, calificándolo de injusto y acusando a España de no incluir una condena clara a Hamás.
Por su parte, los países árabes e islámicos, junto con el representante palestino Riyad Mansour, aplaudieron el tono firme de la resolución y el uso del lenguaje más enérgico hasta ahora para exigir responsabilidades a Israel. Mansour agradeció a España por su sentido de urgencia y responsabilidad al presentar esta iniciativa.
Esta resolución llega después de que el Consejo de Seguridad de la ONU no lograra aprobar una medida similar debido al veto de Estados Unidos, lo que hace que la Asamblea General se convierta en un foro crucial para expresar la voluntad global sobre este conflicto.
La esperanza es que este amplio apoyo ayude a avanzar en la próxima conferencia de la ONU sobre la solución de dos Estados. Sin embargo, Estados Unidos ha advertido que podría tomar represalias contra los países que participen.