En Jalisco se estima que la osteoporosis afecta a 18 por ciento de las mujeres mayores de 50 años, y si se considera que la población arriba de este rango de edad es un millón 300 mil personas, el riesgo de que los jaliscienses sufran esta enfermedad es alto.
A propósito del Día Mundial de la Osteoporosis el próximo 20 de octubre, especialistas del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara "Fray Antonio Alcalde", aseguraron que la enfermedad también afecta a hombres con antecedentes genéticos o malos hábitos.
Recordaron que el padecimiento afecta a diez millones de personas en México y cada tres segundos ocurre una fractura por fragilidad, y el riesgo de que ocurra la segunda aumenta 86 por ciento. Una de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres mayores de 50 años sufre una fractura por fragilidad, sobre todo de cadera, de las cuales se producen más de cien cada día.
Habla al respecto el jefe de la Clínica de Osteoporosis del Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, Francisco Ruíz González. "Según el Inegi, en Jalisco hay aproximadamente un millón 300 mil personas y si la Organización Mundial de la Salud nos dice que, a nivel mundial, una de cada tres pacientes de este grupo de edad va a presentar osteoporosis en algún momento de su vida, con la consecuente fractura, quiere decir que nosotros tenemos una población muy alta, de alto riesgo, de 400 mil personas aproximadamente que no sabemos o ni ellas saben que tienen osteoporosis".
Aunque esta enfermedad está vinculada con los adultos mayores, puede ser provocada también por otros factores físicos.
"Hay dos o tres tipos de osteoporosis; la postmenopáusica, que es en las mujeres después de los 45 ó 50 años de edad que empieza el climaterio, empiezan a descender las hormonas femeninas, el estrógeno, y eso lo vuelve más frágil al hueso", dijo el especialista.
"El segundo tipo sería por la senectud, con una baja en la capacidad para procesar y absorber el calcio y la vitamina D. Y la tercera forma sería secundaria a patologías, sobre todo glandulares y algunos medicamentos de uso crónico pueden provocar la pérdida del hueso", aseguró.
Las consecuencias de no detectar a tiempo la enfermedad pasan por la fractura de cualquier hueso, principalmente de la cadera, debido a las caídas que son comunes en la tercera edad. Cerca de 20 por ciento de las y los pacientes mueren en el primer año después de la fractura debido a comorbilidades asociadas, como diabetes o hipertensión y entre 40 y 50 por ciento quedan con limitaciones de movilidad para valerse de manera autónoma.
Recomendó a las personas de 50 años realizarse de manera periódica una densitometría ósea para conocer el estado de sus huesos y prevenir una osteopenia, una etapa anterior a la osteoporosis, o iniciar un tratamiento para controlar la enfermedad y evitar que avance.