La Secretaría de Marina (Semar) de México confirmó que fue un piloto portuario del gobierno de Nueva York quien estaba a cargo del buque escuela mexicano Cuauhtémoc cuando ocurrió el accidente en el puente de Brooklyn el pasado 17 de mayo, en el que murieron dos cadetes de la Marina.
El buque, que se encontraba en misión diplomática y de formación naval, tenía poco más de 180 personas a bordo y se preparaba para zarpar hacia Islandia.
"El buque tiene que ser controlado por un piloto de puerto especializado del gobierno de Nueva York. Así lo establece la norma internacional", explicó el almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles, durante la conferencia de prensa diaria de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum. El buque había llegado a Nueva York el 13 de mayo como parte de su recorrido internacional.
Morales Ángeles detalló que, al momento del accidente, solo se contaba con un margen de entre 80 y 90 segundos para maniobrar, lo que dejó poco tiempo de reacción. Por ello, aclaró que aún no se puede asegurar si el piloto portuario usó correctamente todos los recursos disponibles, pero recalcó que la distancia entre el punto de atraque del buque y el puente era muy corta.
"El piloto de puerto es quien decide cómo se hace la maniobra y con qué medios. No podemos especular si usó adecuadamente los recursos, pero sí que el tiempo que tuvo fue muy limitado", añadió el almirante. También señaló que la investigación está en manos de las autoridades de Estados Unidos y que tomará al menos 30 días para conocer un informe preliminar.
En cuanto a los heridos, la Semar informó que dos de ellos aún permanecen hospitalizados en Nueva York, aunque su estado de salud ya no representa un riesgo. "Probablemente mañana los den de alta", comentó Morales Ángeles.
Sobre los cadetes fallecidos, la Secretaría de Marina confirmó que sus cuerpos fueron trasladados a México el lunes y recibidos en Veracruz. Ahí, en la Escuela Naval Militar, se les rindió un homenaje póstumo y fueron entregados a sus familias.
La presidenta Sheinbaum expresó su solidaridad con las familias de los cadetes y señaló que el gobierno mexicano está colaborando estrechamente con las autoridades estadounidenses, aunque pidió esperar a que concluyan las investigaciones para conocer con claridad qué ocurrió.