El agua que brota de veneros y decenas de manantiales al norte de Zapopan, en el centro de Guadalajara o alrededor del Cerro del Cuatro, se desperdicia aun en tiempo de sequías, al no existir un proyecto para aprovechar el agua que termina en el caño, lamenta el académico de la Universidad de Guadalajara, Arturo Gleason.
"Creemos que es necesario que esa agua que se está yendo en estos momentos a los drenajes pudiera aprovecharse y ayudar a la sed de varias colonias, por ejemplo, en la Mesa Colorada hay manantiales, ¿cómo nos explicamos que en la Mesa Colorada tienen gran escasez de agua y la ven correr y luego se une a los drenajes aguas abajo? No tiene sentido", advierte el especialista.
El investigador ha detectado al menos 30 manantiales en la ciudad que se desperdician.
Uno de ellos es el de Colomitos, en la zona de Atemajac, donde la gente afectada por tandeos acude a llenar bidones para colonias como Villas de Guadalupe, donde no hay.
"Me sirve para lavar, para fregar, para tomar, para bañarnos, para el baño, la que reciclamos ahí, para todo eso la utilizamos", señala José de Jesús Solano, vecino de Villas de Guadalupe, al norte de Zapopan, mientras acarrea más de diez bidones que rellenó de agua en el manantial de Colomitos.
"Ahí en la colonia la Villa tenemos como tres meses y feria sin agua y no hay tanto dinero como para andar llenando con pipas, no estamos pobres, pobres que digamos, pero también ricos no estamos, entonces tenemos que estar buscando dónde surtir agua", explica.
Pero el agua que no aprovechan los vecinos, corre hasta el drenaje.
Gleason calcula que con 50 millones de pesos se pueden aprovechar 30 manantiales en la ciudad.
"Los manantiales en dos años pudiéramos, tres años, con 50 millones recuperar esos caudales que se están yendo al drenaje", afirmó el académico en un webinar del CUCEA donde presentó un plan de Gestión Integral del Agua para Guadalajara.
El plan presentado por el investigador incluye -además de recuperar manantiales- medir el nivel de los acuíferos en la ciudad y recargarlos, reparar las fugas de la red del SIAPA y aprovechar la lluvia, entre otras medidas que costarían en conjunto 22 mil millones de pesos en dos sexenios.
La cifra propuesta por el académico es menor a lo que ya se ha invertido en la presa El Zapotillo -más de 30 mil millones de pesos- la cual sigue sin funcionar a más de 15 años desde que comenzó el proyecto.