El tráfico de órganos en México es un fenómeno complejo, dónde involucra redes de delincuencia organizada e incluso se habla de corrupción dentro de los mismos sistemas de salud.
El tráfico de órganos es un problema transnacional que existe, y que implica la venta y comercialización ilegal de órganos humanos. Este comercio ilícito se nutre de la demanda global de trasplantes legales y la escasez de donantes, creando un mercado negro para las redes criminales.
Investigadores indican que las víctimas son en su mayoría, personas en situaciones de extrema vulnerabilidad, quienes son explotadas, engañadas, coaccionadas o abusadas para el uso ilícito de sus órganos, e incluso en muchas ocasiones la necesidad obliga a las personas a caer en estas redes.
"Zonas como Latinoamérica donde hay grandes diferencias socioeconómicas esto inmediatamente puede prestarse para un modelo de explotación donde alguien tiene recursos, le paga a alguien que necesita recursos para que a cambio en un centro X le extraigan un riñón", expuso Rudolf García Gallont, investigador.
De acuerdo a la Secretaría de Gobernación, el delito de trata de personas con fines de extracción de órganos se considera consumado incluso si el órgano no llega a ser extraído. Sin embargo, los médicos afirman que es prácticamente imposible extraer órganos o trasplantarlos de manera fácil, pese a casos comprobados.
"Si ustedes vieran toda la infraestructura que se requiere, luego hay que hacer pruebas de histocompatibilidad porque no cualquier riñón le queda a cualquier persona, para empezar hay que saber su grupo sanguíneo", indicó Eduardo Mancilla, médico cirujano.
"Este tráfico de órganos es un tema que se debe poner en la mesa, debe regularse en todos los países, porque seguramente se da de una forma clandestina", señaló Víctor Manuel Prudencio, médico cirujano.
Investigadores de la UNAM señalan que al no haber una regulación en el país, los traficantes frecuentemente utilizan formularios de consentimiento que parecen legítimos para crear una fachada de legalidad, en donde los órganos dependiendo el requerido, son altamente costosos de hasta 1 millón de dólares.
El Observatorio Nacional para la Prevención del Reclutamiento de Niñas, Niños y Adolescentes de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, señala que el tráfico de órganos es una de las actividades criminales más lucrativas.
La Ley General de Salud, confirma que en México no existe una norma oficial mexicana vigente para la donación, trasplante y asignación de órganos, tejidos y células, así como para regular la operación de los establecimientos dónde perdió su vigencia en 1995.