Trump eleva al 50% aranceles al acero y aluminio
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cumplió su amenaza, este martes firmó una orden ejecutiva que duplica los aranceles a las importaciones de acero y aluminio, pasando del 25% al 50%. Esta medida entrará en vigor el miércoles 4 de junio de 2025 a las 12:01 a.m. (hora del Este).
La administración Trump justifica este incremento como una acción para proteger la seguridad nacional y fortalecer la industria metalúrgica estadounidense, argumentando que países como China han eludido aranceles previos mediante triangulaciones comerciales. Además, se ha establecido un plazo hasta el miércoles para que otros países presenten sus mejores ofertas comerciales y así evitar la aplicación de "aranceles recíprocos masivos" a partir del 8 de julio.
Reacciones y consecuencias económicas
Economistas y analistas han expresado preocupación por los posibles efectos negativos de esta medida. Estudios anteriores indican que aranceles similares implementados entre 2018 y 2019 resultaron en mayores costos de insumos y pérdidas netas de empleo en el sector manufacturero. Se teme que esta nueva alza pueda tener consecuencias aún más severas . Además, se anticipa que los precios de productos que utilizan acero y aluminio, como automóviles, electrodomésticos y envases, podrían aumentar, afectando tanto a fabricantes como a consumidores.
¿Cómo afectará a otros países?
La decisión ha generado tensiones con varios socios comerciales. Por ejemplo, Reino Unido ha recibido una prórroga de cinco semanas para negociar un acuerdo que evite la aplicación de estos aranceles, aunque las negociaciones aún enfrentan desafíos técnicos. En el caso de Canadá, Trump anunció un aumento específico de los aranceles al acero y aluminio canadienses al 50%, en respuesta a medidas tomadas por la provincia de Ontario relacionadas con la exportación de electricidad.
Posibles efectos en México
Aunque aún no se ha confirmado si México será directamente afectado por estos nuevos aranceles, la industria mexicana podría enfrentar desafíos similares a los experimentados en 2018, cuando aranceles al acero y aluminio impactaron negativamente en sectores clave como la automotriz y la construcción. El aumento de costos de insumos podría reducir la competitividad de las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos y afectar el crecimiento económico regional.
