Por: Alejandro Roldán (@ALEJANDRONEWSR)
La violencia en México no sólo cobra vidas, también apaga destinos turísticos que alguna vez fueron emblemas del país.
Acapulco, por ejemplo, registró al menos 12 homicidios en sólo dos días durante la Semana Santa de 2025, incluyendo cuerpos desmembrados y ataques armados a plena luz del día; este clima de inseguridad ha llevado al cierre de mil 800 negocios, según la Federación de Cámaras de Comercio de Guerrero.
Francisco Madrid, director del Centro de Investigación y Competitividad Turística de la Universidad Anáhuac, explica, "es difícil de explicar por qué teniendo esto seguimos teniendo turistas, nosotros lo que decimos es que esos turistas, que mayoritariamente son repetitivos, saben que en términos generales no corren riesgo".
En la costa de Oaxaca, destinos como Huatulco y Zipolite enfrentan desapariciones masivas.
En enero y febrero, varios jóvenes fueron secuestrados y encontrados muertos, lo que ha perturbado la paz y seguridad de la región .
Estas tragedias desafían la imagen tranquila de estos destinos, donde el turismo es vital para la economía Taxco, en Guerrero, ha visto una caída del 50% en las reservaciones hoteleras debido a la violencia y amenazas del crimen organizado.
La suspensión del transporte público y el cierre de negocios han afectado gravemente la economía local.
Fernando Gómez, analista de la industria turística, expone "si se subsanan en materia de seguridad pueden recuperarse la confianza de los visitantes, pero hay que mejorar las condiciones para los prestadores de servicio".
En Quintana Roo, la situación no es diferente. Cancún ha registrado una caída de la ocupación hotelera de 5 puntos porcentuales por año debido al incremento en la inseguridad.
La población se siente insegura y desconfía de la policía, lo que ha deteriorado el tejido social.
La violencia también ha golpeado a los pueblos mágicos; Mier, en Tamaulipas, perdió su distinción debido a la violencia relacionada con el narcotráfico, lo que provocó el éxodo de casi el 95% de sus habitantes.
"Tenemos más de 100 pueblos mágicos y sólo se aprovechan unos 15 o 20 de todos con el consiguiente atractivo y derrama económica que podría generarse, por eso hace falta una estrategia integral que permita el crecimiento turístico", destaca nuestro experto en turismo.
En Chiapas, la Selva Lacandona enfrenta balaceras y desplazamientos de pobladores debido a disputas entre cárteles.
El centro ecoturístico "Las Nubes" anunció su cierre temporal, y la Pirámide de Toniná podría correr la misma suerte.
La violencia no sólo afecta a los turistas, sino también a quienes viven en estos destinos.
La pérdida de empleos, el cierre de negocios y el miedo constante han deteriorado la calidad de vida de los habitantes.
Sin seguridad, no hay turismo; sin turismo, no hay ingresos; y sin ingresos, las comunidades se acaban.