La lluvia no impidió la feria

Fieles a la Virgen del Rosario miles de creyentes se dieron cita en el santuario erigido en su honor para agradecer y pedirle milagros. La tradición indica que el primer domingo del mes de octubre la Santa Patrona baja de su nicho para estar frente a frente con su pueblo.

Niños, adultos y ancianos llegaron al lugar con el estandarte de la fé; la fiesta seguirá por siete días y regresará la última semana de noviembre.

Efectivamente, la feria se divide en dos fechas porque cuentan los antepasados que el Río Sinaloa se desbordaba de sobremanera impidiendo que las personas de "la otra banda" no pudieran llegar al templo.

Los vendedores tuvieron un buen inicio, a pesar de las lluvias, las ventas fueron buenas y esperan que mejoren en los siguientes días.

Los dulces mexicanos, ropa, calzado, música, antojitos y juegos mexicanos son los ingredientes principales para aderezan esta fiesta tradicional.

Los católicos están de fiesta, veneran como cada año a Nuestra Señora del Rosario que desde el año 1800 llegó a esta tierra fértil para quedarse.