México alcanzó un récord en materia de inversión extranjera directa durante el segundo trimestre de 2025.
La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que el país logró captar 34 mil 265 millones de dólares, la cifra más alta registrada en un periodo similar. El resultado, aseguró, refleja la solidez de la economía mexicana incluso frente a las tensiones comerciales con Estados Unidos.
Durante su conferencia matutina, la mandataria destacó que este resultado supera los 31 mil 096 millones de dólares de 2024, que ya habían marcado un récord en la historia reciente. Además, la cifra prácticamente duplica lo alcanzado en 2017, lo que consolida a México como uno de los destinos más atractivos para la inversión a nivel internacional.
Sheinbaum subrayó que la economía mexicana ha logrado romper con lo que llamó el "mito del oscurantismo neoliberal", el cual sostenía que aumentos salariales generarían inflación y desalentarían la llegada de capital extranjero. "Hoy queda demostrado que cuando la gente vive mejor, el país también está mejor, y siguen llegando inversiones sin que ello provoque inflación", afirmó.
El contexto internacional ha estado marcado por amenazas de nuevos aranceles desde Estados Unidos, sin embargo, el flujo de inversión hacia México no se detuvo. Por el contrario, el país se mantiene como un centro estratégico de manufactura y exportación, lo que le permite fortalecer su posición en la economía global.
El récord de inversión también ocurre en un momento clave, ya que se prevé que la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) pueda adelantarse al segundo semestre de 2025, cuando originalmente estaba prevista para 2026. Este ajuste generaría mayor certidumbre y reforzaría la confianza de los inversionistas.
Expertos en economía señalan que los flujos de capital hacia México están relacionados con la estrategia de relocalización de empresas, conocida como nearshoring, que busca acercar las cadenas de producción a Norteamérica. Este fenómeno, sumado a los niveles récord de inversión, podría representar una ventaja competitiva en los próximos años.
Con este resultado, México se coloca en un escenario favorable para sostener el crecimiento económico y continuar atrayendo capital internacional. Las autoridades insisten en que el reto ahora será garantizar que estos recursos se traduzcan en empleos mejor pagados y en un desarrollo equilibrado para todas las regiones del país.