En 2024, los embarazos en adolescentes en México continuaron siendo un desafío significativo para la salud pública. A pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años para reducir la tasa de embarazos adolescentes, los números seguían siendo preocupantes. Aunque hubo una disminución gradual en los casos comparado con años anteriores, la cifra aún era considerable.
En 2023, se mostró un descenso de 30 por ciento en la tasa específica de fecundidad en adolescentes de 15 a 19 años, al estimarse en 50.62 nacimientos por cada mil adolescentes en el quinquenio 2018-2022 respecto a lo obtenido en el quinquenio 2013-2017 con la ENADID (Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica) 2018.
Con respecto a la expectativa para 2025, se prevé que el enfoque continúe centrado en la prevención primaria, con un énfasis mayor en la educación integral y la atención de la salud sexual en los adolescentes. Se espera que las políticas incluyan un mayor fortalecimiento de los programas de información en comunidades vulnerables, así como la mejora en el acceso a servicios de salud adecuados y gratuitos, para garantizar que todas las adolescentes puedan prevenir embarazos no deseados.
Además, es probable que se refuercen los esfuerzos por empoderar a las jóvenes a través de campañas de concientización que promuevan sus derechos sexuales y reproductivos. La expectativa es que, mediante una combinación de educación, servicios accesibles y apoyo integral, la tasa de embarazos adolescentes en México continúe disminuyendo en 2025, acercándose a los estándares internacionales de salud pública y bienestar para los jóvenes.