Amor sí, boda no: el pensamiento de muchos mexicanos

En las últimas décadas, los modelos sociales y las conductas de las personas han experimentado cambios significativos en México, especialmente en lo que respecta a las relaciones de pareja y el matrimonio. Según datos recientes, el número de parejas que deciden casarse ha disminuido en un 13.1%, reflejo de una transformación profunda en la manera en que las personas perciben el compromiso y la vida en pareja.

Uno de los indicadores más claros de este cambio es el aumento en la edad promedio al momento de casarse, especialmente en las mujeres. Mientras que hace algunas décadas las mujeres solían contraer matrimonio a los 21.7 años en promedio, actualmente lo hacen alrededor de los 31 años. Este retraso responde a diversos factores, como el deseo de alcanzar estabilidad económica, profesional y emocional antes de formalizar una unión.

Además, la sociedad actual muestra una mayor apertura hacia distintos tipos de relaciones, donde la convivencia sin matrimonio o las uniones libres son vistas con mayor normalidad. También influye el crecimiento de valores como la independencia personal, la igualdad de género y la priorización del desarrollo individual.

Esta tendencia no significa necesariamente un rechazo al amor o a la vida en pareja, sino una evolución en la forma de concebir las relaciones humanas. El matrimonio, aunque aún vigente, ya no es considerado por todos como el único o el principal camino hacia una vida en común.