La Secretaría de Salud (SSA) informó que los aneurismas representan un grave riesgo para la salud, ya que en muchos casos se desarrollan de forma silenciosa, sin presentar síntomas evidentes. Esto dificulta su detección temprana, y en la mayoría de las ocasiones, las personas desconocen que padecen esta afección hasta que se presenta una complicación severa.
En México, el aneurisma representa una amenaza silenciosa para la salud pública. Aunque no siempre se cuenta con estadísticas detalladas específicas sobre su mortalidad, diversos factores apuntan a la necesidad de prestar atención a esta condición:
Debido a su naturaleza silenciosa, muchos aneurismas pasan desapercibidos hasta que se complican, lo que puede llevar a hemorragias internas con consecuencias graves.
Se cree que, como en otros países con alta prevalencia de factores de riesgo como hipertensión, tabaquismo y obesidad, la mortalidad por aneurismas podría estar aumentando con el tiempo.
El avance demográfico y el envejecimiento general de la población podrían estar exacerbando el impacto de esta afección en las estadísticas de mortalidad.
Por ello, resulta fundamental fortalecer la vigilancia epidemiológica, mejorar el acceso a estudios de imagen diagnóstica (como ecografías, tomografías o resonancias) y promover campañas de prevención.
El control de factores de riesgo cardiovascular (presión arterial, hábitos de vida, tabaquismo, etc.) también juegan un papel crucial para reducir el riesgo individual y colectivo.
Aunque no podemos afirmar con certeza si las muertes por aneurisma se han incrementado en México en un periodo reciente, existe un consenso entre expertos en salud pública sobre la necesidad de aumentar la conciencia, la detección temprana y los esfuerzos preventivos.