Un asesinato más de un elemento policíaco, César Adrián en Cajeme, es el recordatorio de la situación de desportección en la que se encuentran los policías, el nivel de impunidad y las nulas consecuencias ante la violencia homicida en Sonora indicó la directora del Observatorio Sonora por la Seguridad Krimilda Bernal.
"Son las consecuencias ante la violencia homicida especialmente cuando se trata de quienes sirven y protegen a la ciudadanía; esperamos qué se hagan las investigaciones correspondientes de forma minuciosa para qué se haga justicia a su memoria" señalo la directora del OSS.
La mayoría de estos asesinatos son por manos del crimen organizado, a lo que señaló no hay una forma de poderlos "blindar completamente" pero sí hay mecanismos para reducir los riesgos y protegerlos mejor, aunado a la mejora de sus prestaciones y sueldos.
"Por ejemplo condiciones laborales y de dignidad profesional qué tengan un salario justo, horario fijo, prestaciones, seguro de vida, apoyo a sus familias en caso de una situación como está, de un asesinato, atención psicológica y emocional para ellos por el tipo de trabajo qué tienen" indicó.