La exposición de los niños a hechos violentos puede afectar su desempeño social, desempeño escolar, presentar ataques de ansiedad y de pánico e incluso derivar en trastorno de estrés postraumático, afectando la salud mental de quienes presencian ataques armados como los alumnos de la escuela Mario Silva Cortés en Empalme.
"Este tipo de situaciones puede detonar en diferentes áreas de la persona, puede repercutir en todas las áreas personales del menor de edad. Puede generarle miedo, pánico, falta de concentración, poca disposición para socializar." Indicó el psicólogo Orlando Huicoza.
Ante los hechos de violencia que no han podido ser controlados, es importante reforzar la salud emocional y que no afecte su vida futura. Por lo que se recomienda a los padres dar soporte emocional a sus hijos, observar las conductas cambiantes que puedan presentar y de ser necesario, acudir a terapia.
"Se les recomienda estar al pendiente de las conductas que pudieran estar cambiando en los niños. Definitivamente es una situación muy complicada en el caso del desarrollo y puede haber afectaciones a futuro, aunque a lo mejor ahorita no esté detonando." Mencionó.
La ola violenta no deberá normalizarse señaló el experto, pero sí debe hablarse con los hijos de manera consciente y practicar la resiliencia. Lamentablemente, se debe preparar a los pequeños, salvaguardando no solo su integridad física a través de simulacros, sino también su salud mental, ya que se vive en una zona altamente conflictiva.
"Hablarles sobre la violencia, sobre lo que pueda pasar, para que él niño también sepa que esta situación no es normal, no es buena, pero la estamos viviendo. Esto no debería estar pasando, sin embargo es una realidad." Añadió.