La atención médica dirigida a las personas adultas mayores continúa siendo insuficiente dentro del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en un contexto donde este sector enfrenta un creciente número de padecimientos que requieren servicios especializados.
De acuerdo con datos recientes, el 70% de los adultos mayores en México presenta enfermedades crónico-degenerativas, como diabetes, hipertensión y padecimientos cardiovasculares, lo que incrementa de forma considerable la demanda de consultas, estudios, seguimiento médico y medicamentos de alto costo.

Pese a este panorama, el acceso efectivo a los servicios de salud sigue siendo limitado, pues el 29.4% de las personas mayores carece de afiliación médica, lo que dificulta diagnósticos oportunos y la continuidad en los tratamientos. Esta situación genera mayores complicaciones en su estado de salud y aumenta la presión sobre las instituciones públicas.
La persistencia de estas carencias evidencia la necesidad urgente de fortalecer la infraestructura médica, mejorar la asignación de recursos y garantizar una atención integral que responda a las necesidades reales de la población adulta mayor del país.