Crisis silenciosa en América Latina: el suicidio femenino se dispara en un contexto de violencia estructural y abandono institucional
En los últimos años, la región de América Latina Central ha experimentado un alarmante incremento del 39% en las tasas de suicidio, según datos recientes de organismos internacionales de salud y estudios regionales. México encabeza esta preocupante tendencia, destacando particularmente el caso de las mujeres, donde el aumento alcanza un 123%.
Diversas investigaciones señalan que las mujeres víctimas de violencia de género, abuso sexual y traumas infantiles no tratados presentan un riesgo significativamente mayor de desarrollar trastornos psicológicos severos, como depresión, ansiedad y trastorno de estrés postraumático, los cuales están directamente vinculados a las conductas suicidas.
El aumento sostenido en las cifras refleja una crisis silenciosa en materia de salud mental y protección a los derechos humanos, especialmente en contextos donde la violencia estructural y la falta de acceso a servicios de atención psicológica agravan las condiciones de vulnerabilidad.
Ante esta situación, especialistas hacen un llamado urgente a los gobiernos y organizaciones de la sociedad civil para implementar políticas públicas integrales que aborden la salud mental desde una perspectiva de género y derechos humanos, fortaleciendo los sistemas de prevención del suicidio y atención a víctimas de violencia.
El fenómeno exige respuestas coordinadas que no solo atiendan las consecuencias, sino que intervengan sobre las causas profundas: la violencia, el abandono institucional, y la persistente desigualdad que sigue cobrando vidas.