Don José Ortiz Murga es un pescador como los de antes
Tiene 73 años de edad, desde las tres de la mañana se prepara para subir a su pequeña embarcación que sin motor fuera de borda, rema hasta llegar al punto donde pesca "lo que salga", para poder vender en las pescaderías locales y tener que comer, está es la realidad que enfrentan miles de pescadores quienes no pueden acceder a permisos y programas de apoyo por falta de recursos.
"Así me la aviento, pero que voy a hacer, nadie me va a mantener, lo tengo que hacer para las medicinas."
Desde hace 30 años pesca a remo, como lo enseñó su padre desde los 10 años de edad, qué al no querer estudiar se lo llevó a trabajar al muelle de la Cantera, oficio que antes sí dejaba para salir adelante, aprendiendo a pescar con tarraña como la vieja escuela, pero ahora lo hace con chinchorro, que en días malos como hoy, regresa vacío al no poder salir debido al mal tiempo
"Para afuera no puedo ir porque una panga me puede matar, ya me pasó una panga no me vió."
Actualmente, Don José se encarga de sostener a su familia, entre ellos tres nietos, lo que lo lleva a la necesidad de trabajar todos los días como lo hace desde hace 60 años como pescador, logrando capturar de tres a cuatro kilos de camarón al día vendiéndo a 250 el kilo.
"El año pasado sí hubo mucho camarón, desde los 30 kilos salían, pero ahora no, bien poquito desde los tres o cuatro kilos."