El cierre del Gobierno podría dejar a EE.UU. sin vuelos

La parálisis del gobierno estadounidense está a punto de batir un récord histórico y sus efectos ya se sienten en el aire. Con menos personal en las torres de control y largas filas en los aeropuertos, miles de viajeros enfrentan retrasos y cancelaciones que podrían multiplicarse si la crisis política continúa

El secretario de Transporte, Sean Duffy, advirtió que la falta de controladores aéreos podría obligar a cerrar partes del espacio aéreo. "Simplemente no tenemos el personal suficiente para gestionarlo", reconoció, alertando sobre el riesgo de un "caos masivo" si la situación se extiende otra semana.

En terminales como Newark, La Guardia, Boston o Washington D.C., los pasajeros ya padecen las consecuencias. La Administración Federal de Aviación (FAA) reporta escasez de personal en casi la mitad de las torres más importantes del país.

Unos 13 mil controladores aéreos trabajan sin recibir sueldo, al igual que los agentes de seguridad, considerados "esenciales". Aunque deben seguir en sus puestos, lo hacen sin paga hasta que se apruebe un nuevo presupuesto. "Tienen cuentas por pagar y algunos están decidiendo si seguir o buscar otro empleo para poder comer o echar gasolina", dijo Duffy.

El fin de semana pasado, la FAA registró casi 100 alertas de personal en aeropuertos como Dallas, Phoenix y Denver. En Newark incluso se suspendieron temporalmente las operaciones

Un pulso político sin acuerdo

El estancamiento tiene su origen en el Congreso, donde republicanos y demócratas siguen sin aprobar los fondos para reabrir el gobierno. El cierre, que ya lleva 35 días, amenaza con superar el récord histórico impuesto durante el primer mandato de Donald Trump.

Desde la Casa Blanca, la portavoz Karoline Leavitt calificó de "ridículo" el bloqueo y pidió a la oposición reabrir las agencias federales. Los demócratas, por su parte, condicionan su apoyo a que se mantengan los subsidios al programa de salud Obamacare, lo que mantiene el conflicto estancado.

La parálisis llega justo antes del Día de Acción de Gracias, una de las temporadas más intensas para los viajes en EE.UU. Si el cierre continúa, no solo se detendrán aviones: también se pondrá en pausa la confianza en la capacidad del país para mantener en vuelo su propio sistema