El tradicional aroma a churros dulces comienza a inundar el centro de la ciudad, marcando el inicio de una de las costumbres más queridas por los paseantes: disfrutar de este delicioso manjar mientras recorren las principales calles del centro. Los churros, preparados con una masa especial por Don Churro, son moldeados por una máquina que les da su clásica forma, luego son fritos y bañados en azúcar y canela. Los precios varían según el tamaño de las bolsas, que van de $20 a $50 pesos.
A pesar de la celebración que suele rodear esta venta, este año la situación no es tan positiva como en ediciones anteriores. Comerciantes del centro, incluidos los encargados de la venta de churros, han notado una disminución en las ventas. Se señala que esta caída podría estar relacionada con varios factores, como la recuperación económica tras la pandemia y los trabajos de reparación en la avenida Serdán, que afectaron a muchos comercios del área al provocar más de un año de estancamiento económico.
Aunque la temporada sigue siendo un atractivo para locales y turistas, la reactivación de la economía en el centro de la ciudad no ha sido tan rápida como se esperaba, lo que refleja la necesidad de un impulso para los pequeños negocios de la zona.
Yo lo hago todo a mano, no tengo máquina, yo preparo todo, toda la elaboración yo la hago, pero todo a mano como si fuera un panadero que amasa su harina para hacer sus panes, yo amaso para hacer mis churros. -Armando Grijalva