El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta principalmente la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Aunque suele diagnosticarse en etapas más avanzadas, existen señales tempranas que pueden indicar el inicio de este trastorno. El primer indicio más común del Alzheimer es la pérdida de memoria a corto plazo, especialmente en relación con hechos recientes.
Este tipo de olvido no se refiere a pequeños lapsos ocasionales que todos experimentamos, como olvidar dónde dejamos las llaves, sino a un patrón persistente y creciente de dificultad para recordar información nueva. Por ejemplo, una persona puede repetir la misma pregunta varias veces, olvidar conversaciones recientes o no recordar eventos importantes ocurridos hace poco.
A menudo, este síntoma inicial pasa desapercibido o se atribuye al envejecimiento normal, lo que retrasa el diagnóstico y tratamiento temprano. Sin embargo, identificar esta señal puede ser clave para intervenir antes de que la enfermedad avance significativamente. Además de la pérdida de memoria, otras manifestaciones sutiles pueden incluir dificultades para encontrar palabras, confusión con el tiempo o el lugar, y cambios leves en el estado de ánimo o el comportamiento.
Reconocer el primer indicio del Alzheimer no significa obtener un diagnóstico definitivo, pero sí puede ser el primer paso para buscar atención médica especializada, realizar pruebas cognitivas y planificar el futuro con mayor claridad y apoyo.