La inteligencia artificial (IA) ha recorrido un largo camino en los últimos años, transformándose de una herramienta poco utilizada en una poderosa tecnología que influye en cada aspecto de nuestras vidas.
En 2024, el crecimiento de la inteligencia artificial fue uno de los hechos más destacados en el ámbito digital, ya que su presencia en sectores tan diversos como el empresarial, el educativo y el gubernamental, nos obliga a reflexionar sobre sus implicaciones éticas.
En México, el 57% de los internautas ha utilizado alguna aplicación de inteligencia artificial, Sin embargo, el 22% de los usuarios aún se muestra preocupados por el impacto de esta tecnología, lo que evidencia una clara división de opiniones sobre sus beneficios y riesgos. De hecho, un 55% considera que la inteligencia artificial es una herramienta útil para la toma de decisiones, mientras que otros se sienten incómodos con la posibilidad de que sus datos y privacidad estén en riesgo. Según el 19° Estudio sobre Hábitos de Usuarios de Internet en el país.
Para las empresas, la inteligencia artificial ha emergido como un recurso invaluable, ofreciendo una amplia gama de beneficios, desde la automatización de procesos, hasta la mejora de la experiencia del cliente. Sin embargo, este crecimiento viene acompañado de desafíos complejos
Aunque la inteligencia artificial puede mejorar la eficiencia y reducir los errores humanos, también podría resultar en la pérdida de empleos, especialmente aquellos que dependen de tareas repetitivas y automatizables.
Es cierto que algunas tareas no podrán ser reemplazadas por la tecnología, como aquellas que requieren trabajo de campo, pero los sistemas actuales presentan desventajas, como la posible pérdida de autonomía de los trabajadores y una excesiva dependencia de la tecnología.
Un aspecto a considerar es que los sistemas de inteligencia artificial no están exentos de fallos. Pueden ser vulnerables a ataques cibernéticos que comprometan la privacidad de la información, además de que en ocasiones tomen decisiones discriminatorias, mostrando una falta de empatía y un desafío para el diseño ético de estos sistemas, indican expertos en temas tecnológicos.
" esta también debe promover la justicia social y los beneficios de la inteligencia artificial deben de ser accesibles para todos así como en su momento se establecieron lineamientos para el uso del Internet así se deben de establecer lineamientos" Víctor Valenzuela, maestro en tecnología
Desde la creación de contenido digital, como imágenes y videos, hasta la generación de respuestas automatizadas, los usuarios comienzan a confiar más en las máquinas que en sus propias capacidades. Esta tendencia podría tener un impacto significativo en los empleos, ya que muchas profesiones tradicionales se ven amenazadas por la robotización.
A nivel político, la inteligencia artificial también plantea riesgos serios. Si bien tiene el potencial de mejorar la toma de decisiones y ampliar los horizontes democráticos, también puede ser utilizada de manera negativa.
El uso de inteligencia artificial es un arma de dos filos ya que se presta para manipular contenido y crear falsificaciones de audios o imágenes lo cual abre la puerta a nuevas formas de extorsión y desinformación, afectando tanto la integridad de los procesos democráticos como la confianza pública. Indica el maestro Víctor Valenzuela
"y recordemos pues que el mejor filtro pues son las personas tanto dentro de las empresas, como dentro de la política capacitar al al personal que lo está utilizando e informar al demás personal si se va a hacer uso dentro de los de los procesos para que lo conozcan y apliquen sus beneficios" Víctor Valenzuela, maestro en tecnología