Israel sostiene que sus recientes ataques a Irán son una respuesta necesaria ante lo que considera una amenaza de aniquilación
En una carta dirigida al secretario general de la ONU, al Consejo de Seguridad y a la Asamblea General, el gobierno israelí argumenta que no puede aceptar la posibilidad de ser eliminado, ya que, según sus autoridades, Teherán no solo expresa intenciones hostiles, sino que también desarrolla planes concretos y lleva a cabo acciones para alcanzar ese objetivo.
El ministro de Exteriores, Gideon Saar, advierte que Irán tiene la intención de fabricar alrededor de 10.000 misiles balísticos en los próximos tres años.
Dada la dimensión territorial de Israel, esta acumulación de armamento representa, en palabras de Saar, una amenaza que ningún país estaría dispuesto a soportar.
Por ello, Israel ha decidido actuar, lanzando una serie de ataques que, según afirma, están cuidadosamente dirigidos contra objetivos militares y buscan evitar daños a la población civil.
Las autoridades israelíes insisten en que cada operación se ha planificado para cumplir con las normas internacionales que regulan los conflictos armados
Desde el inicio de la ofensiva, que comenzó la madrugada del viernes, los bombardeos israelíes han alcanzado diversos puntos en territorio iraní.
Hasta ahora, se han registrado más de 232 y cerca 1800, la mayoría civiles, aunque entre las víctimas también figuran altos mandos militares y científicos vinculados al programa nuclear iraní.
A pesar de estos números, Israel mantiene que su objetivo es neutralizar amenazas y no atacar indiscriminadamente.
En contraste, el gobierno israelí acusa a Irán de actuar de manera opuesta, lanzando misiles sin distinción hacia zonas habitadas en Israel y apuntando directamente contra civiles
De acuerdo con las cifras oficiales, estos ataques han causado la muerte de veinticuatro civiles israelíes.
Israel sostiene que su campaña militar tiene como fin último contribuir a la seguridad y estabilidad de Oriente Medio, y responsabiliza al régimen iraní de fomentar la inestabilidad tanto en la región como más allá de sus fronteras