Marchan feministas por aumento de desapariciones y feminicidios

Marchan feministas y madres de mujeres desaparecidas en Guaymas, para visibilizar la inseguridad que vive el género en Sonora y dónde las autoridades poco han hecho por detener la creciente problemática, fueron poco más de 30 personas las que con carteles, consignas, fotografías y performance en las calles pidieron a los ciudadanos no ser indiferentes ante la violencia contra las mujeres. 

La señora Araceli Torres Román, madre de Araceli Carolina García Torres, desaparecida en 2017, lamentó que el dolor que ella ha experimentado desde hace casi 4 años no haya servido para forzar a la autoridad a crear una estrategia que brinde seguridad a las mujeres y que desde entonces solo haya crecido la lista de madres que como ella sufren la desaparición de sus hijas y quienes ven la esperanza perdida para las nuevas generaciones, que son los hijos de todas ellas que han quedado al desamparo de una autoridad carente de empatía y responsabilidad ante la inseguridad a la que se exponen las mujeres. 

Según bases de datos de los colectivos de búsqueda este 2021 hay una cifra de 46 mujeres reportadas como desaparecidas en Sonora, 12 en el mes de enero, 19 en febrero, 15 en marzo de las cuales 13 fueron localizadas con vida y 4 sin vida.

Cecilia, de 49 años, desaparecida desde el 5 de enero y localizada sin vida el 7 de marzo, en Nogales.

Damary Yesenia de 29 años, desaparecida el 1 de febrero y localizada sin vida el día 3 del mismo mes en el Poblado Miguel Alemán.

Priscila, de 27 años, desaparecida en Hermosillo el 21 de marzo y localizada sin vida el 31 de marzo.

y Andrea Carolina de 37 años, desaparecida el 18 de marzo y localizada sin vida el 3 de abril, en Guaymas.

A estos se suma el caso de Karina Alejandra S. R. en Cajeme, víctima de feminicidio el 23 de marzo sin haber estado desaparecida antes pero con una denuncia previa por violencia familiar. 

Mientras esos casos se han esclarecido, Yadira Silva DeGyves espera a su hija Cindy Priscila desde agosto del 2020, ha sido extorsionada y amenazada por no parar la búsqueda de su hija, temiendo cada día sumarse a la lista que parece no tener fin de mujeres víctimas y donde el agresor nunca es identificado, ni se procesa, ni se sentencia.