En México, la justicia y la protección siguen siendo privilegios, no derechos.
La impunidad y la indiferencia institucional perpetúan la violencia y el dolor de las víctimas.
En el país el derecho a la protección y a la justicia se encuentra constantemente vulnerado. No solo los criminales atentan contra los derechos humanos, sino que, con frecuencia, las propias autoridades contribuyen al problema al no atender denuncias a tiempo, lo que mantiene un ciclo de violencia e impunidad.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la gran mayoría de los delitos graves no se investigan ni se sancionan, y se calcula que la impunidad supera el 90?% en homicidios y delitos contra la propiedad.
México sigue enfrentando graves violaciones a los derechos humanos, como homicidios, feminicidios y desapariciones, con altos niveles de impunidad en el año dos mil veinticinco, según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Desconfianza y dolor marcan el rostro de la justicia mexicana
Cuando la justicia no llega, las víctimas y sus familias pagan un precio que va mucho más allá del delito. Su bienestar emocional y psicológico se ve gravemente afectado, las relaciones con su entorno se fracturan y las dificultades económicas se multiplican. La ausencia de resolución retrasa su recuperación y alimenta la desconfianza hacia las instituciones encargadas de proteger y garantizar la justicia.
"Desde nuestra realidad como abogados, una y otra vez nos encontramos con el mismo patrón doloroso en México, los derechos humanos se proclaman, pero no se protegen están escritos en la Constitución se enseñan en los discursos oficiales, se imprimen en campañas institucionales, pero en la vida diaria se siguen violentando" dijo Mariel Córdova - abogada
Para octubre de 2025, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas reportó más de 133,000 desapariciones, mientras que la organización A Dónde Van los Desaparecidos documentó 72?172 cadáveres sin identificar en servicios forenses hasta 2023.

Derechos humanos: la promesa más pisoteada del sistema
Los datos reflejan que, a pesar de algunos avances, la confianza pública en la justicia sigue siendo baja. La transparencia y rendición de cuentas son urgentes, ya que gran parte de la población no denuncia delitos por desconfianza, trámites complejos y pérdida de tiempo.
"Nos falta creer de verdad que la justicia no se negocia y que la protección de la vida y la dignidad no es un favor que da el estado sino un derecho que exigimos todos todos los días mientras la independencia siga valiendo más que la vida de las personas, los derechos humanos seguirán siendo la promesa más pisoteada de nuestro sistema" dijo Mariel Córdova - abogada
La violencia y la impunidad en México ponen en riesgo el derecho a la protección y a la justicia. Es responsabilidad de todos exigir acciones efectivas para garantizar seguridad, justicia y respeto a los derechos humanos.