México atraviesa uno de los momentos más tensos en materia educativa de los últimos años. Desde el pasado 15 de mayo, el paro nacional convocado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha paralizado casi por completo las actividades escolares en varias regiones del país.
Aunque el movimiento busca reivindicaciones legítimas, como la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007 y mejoras en las condiciones laborales del magisterio, su prolongación ha generado una profunda preocupación por las consecuencias que pudiera generar entre los estudiantes.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) ha informado que al menos 19,974 escuelas han suspendido actividades, lo que ha afectado directamente a más de 1.2 millones de alumnos.
En muchos casos, los estudiantes han quedado sin clases ni acompañamiento docente, lo que representa una seria afectación a su derecho constitucional a la educación.
Especialistas en educación advierten que los paros prolongados generan retrasos en el cumplimiento del calendario escolar, pérdida de aprendizajes clave y desmotivación académica,
A diferencia de la pandemia, donde hubo estrategias oficiales como "Aprende en Casa", en esta ocasión han sido los propios maestros quienes, de manera autónoma envían tareas por mensajería digital, recurren a videollamadas o elaboran cuadernillos caseros para no abandonar del todo a sus alumnos.
por iniciativa propia, han retomado prácticas a distancia para no dejar sin atención a sus alumnos.
"Los paros que se prolongan, generan impactos directo en los en los estudiantes, en su motivación en el acceso a los contenidos esenciales para el desarrollo, algunos maestros, pues ya han buscado alternativas como enviar las clases en línea" Francisco Valle - maestro
Sin embargo, esta respuesta no ha sido generalizada ni equitativa. Muchos estudiantes carecen de conectividad, dispositivos electrónicos o del apoyo familiar necesario para sostener un proceso educativo fuera del aula
"Durante la primera semana del paro que no hubo respuesta de las autoridades como creíamos que iba a ser, tomamos la determinación en asamblea estatal, trabajar a distancia con los alumnos, entonces es lo que estamos haciendo, para no quitarles ese derecho a la educación que ellos tienen" Miriam Árciga Contreras - maestra
El magisterio reconoce que el paro es necesario, pero urge encontrar diálogo que no afecte la educación continua de los niños, especialmente considerando las desigualdades en acceso a tecnología y apoyo familiar.