El uso de pastillas para adelgazar sin la debida prescripción médica representa un riesgo significativo para la salud. Este tipo de productos, muchas veces adquiridos sin supervisión profesional, pueden contener sustancias no reguladas, peligrosas o incluso prohibidas, cuyo consumo puede derivar en consecuencias graves.
Entre los efectos adversos más comunes se encuentran el aumento de a presión arterial, alteraciones en el ritmo cardíaco, ansiedad, insomnio, deshidratación y desequilibrios electrolíticos, según la página consultafit.com.
SE DOCUMENTA DAÑO HEPÁTICO Y RENAL
Se ha documentado que algunas de estas pastillas contienen compuestos que pueden provocar daño hepático o renal, así como reacciones adversas al interactuar con otros medicamentos.
Otro de los peligros asociados a este tipo de productos es el llamado "efecto rebote", que se manifiesta con la recuperación rápida e incluso excesiva del peso perdido, una vez suspendido el tratamiento. Además, ciertos componentes pueden generar dependencia o afectar negativamente la salud mental del consumidor.
Por todo lo anterior, es fundamental evitar la automedicación y acudir con profesionales de la salud, como médicos o nutriólogos certificados, quienes podrán evaluar cada caso de manera individual y proponer un plan de pérdida de peso seguro, personalizado y sostenible.