En medio de rumores y versiones que circulan en redes sociales, algunos feligreses de parroquias de Chilapa (Rosamorada) y Mexcalititán (Santiago Ixcuintla) Nayarit, han expresado que la ausencia del sacerdote Carlos Arturo Cancelado Velasco no obedece a un escándalo ni a conductas indebidas, sino a una desaparición forzada ocurrida hace varios años.
De acuerdo con estos testimonios, el religioso, de origen colombiano y conocido por sus misas de sanación, fue visto por última vez durante una celebración eucarística, cuando presuntamente fue abordado por personas desconocidas. El sacerdote habría rechazado una petición y, desde entonces, se desconoce su paradero.
En un comunicado con fecha de 5 de agosto, la Diócesis de Tepic informó que, tras años sin noticias sobre el padre Cancelado, se procedió a retirarle las funciones ministeriales por inasistencia prolongada, una medida administrativa que no implica sanción por conducta inapropiada.
Sin que hasta el momento se conozcan resultados de alguna investigación formal, el ministro católico fue señalado por un presunto caso de abuso sexual y prácticas irregulares de exorcismo, sin que estos asuntos fueran indicados en el comunicado de la Diócesis de Tepic, que encabeza el arzobispo Luis Artemio Flores Calzada.
Influencer en redes sociales
Los videos del padre Carlos Cancelado eran ampliamente conocidos en la comunidad católica a través de You Tube, por sus mensajes orientados a promover valores, impulsar la conversión personal y ofrecer apoyo espiritual.
Desde 2007, la comunidad de Chilapa, en el municipio de Rosamorada, recibía a numerosos visitantes que acudían a conocer al ministro de origen colombiano y a participar en sus misas o retiros. Años más tarde, fue asignado a la parroquia de San Pedro Apóstol, en la isla de Mexcaltitán, último lugar donde estuvo antes de desaparecer.
Un ministro formado desde la pobreza
Carlos Arturo Cancelado Velasco enfrentó la pobreza y la violencia en su natal Colombia; según un video testimonial, fue expulsado del Seminario en su país, tras años de lucha interna y conflictos familiares, incluyendo la guerra que afectó a sus hermanos y la muerte de su padre. Estos hechos marcaron al entonces joven para vivir en rechazo, dificultades económicas y una crisis personal profunda que casi lo llevó al suicidio. En medio de esta adversidad, encontró un grupo de apoyo espiritual y comunitario que le ofreció un camino distinto.
Tras años de lucha personal y social, bajo un encuentro profundo con la espiritualidad, Carlos Cancelado decidió dedicar su vida al servicio pastoral y trabajar en la Diócesis de Tepic, acompañando a las comunidades de Chilapa y Mexcalititán en procesos de evangelización y fortalecimiento espiritual. Desde 2022, se desconoce de su paradero.
Resumen de los hechos: