La tecnología ha transformado la vida cotidiana, brindando enormes ventajas en productividad, acceso a información y conexión. Sin embargo, también ha generado riesgos, especialmente para los menores. méxico es el octavo país en el mundo y el primero en américa latina en casos de abuso sexual infantil en línea, lo que deja ver los peligros a los que están expuestos los niños y adolescentes en internet.
México es un país que ha experimentado un auge en el uso de tecnología y dispositivos electrónicos, enfrenta una alarmante problemática, la facilidad de acceso a internet y la proliferación de plataformas digitales ha incrementado la exposición de menores a una serie de riesgos que, aunque virtuales, pueden tener consecuencias reales y devastadoras.
De acuerdo con la ONU 2023, un niño se conecta a internet por primera vez cada medio segundo. los datos globales revelan que los menores pasan cada vez más tiempo en línea. el 75% de los jóvenes entre 15 y 24 años tienen acceso a internet, en comparación con solo el 65% de la población mundial en general. Esta conectividad ha abierto nuevas oportunidades, pero también ha creado un entorno propenso a los peligros.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía indican que En 2023, se reportó que el 81.2% de la población de 6 años o más, utilizaban internet en México. De manera similar, el 81.4% de la misma población tenía un teléfono celular, el 43.8% de los hogares disponía de algún dispositivo, como laptops, tabletas o de escritorio
El uso desmedido de smartphones y dispositivos electrónicos ha sido relacionado con insomnio, ansiedad, dolores articulares y problemas de visión Más allá de estos efectos inmediatos, se han identificado daños neurológicos y adicciones tecnológicas, que afectan particularmente a los jóvenes.
El caso de los delitos en línea es especialmente grave. Los menores de edad, muchas veces sin una adecuada orientación, navegan sin la supervisión necesaria, exponiéndose a riesgos como el grooming, el sexting, el ciberbullying y el robo de identidad. Estos delitos no solo afectan a la integridad física de los menores, sino también a su bienestar psicológico, pues muchos no están preparados para afrontar el impacto de ser víctimas de acoso o explotación digital.
El uso de las nuevas tecnologías debe ser tratado con responsabilidad, tanto a nivel personal como familiar. Los expertos coinciden en que el acceso de los niños y jóvenes a internet debe ser supervisado, especialmente en edades tempranas.
El maestro Víctor Valenzuela, del Centro Educativo Guaymax, aconseja que los padres protejan la información personal de sus hijos en línea, para evitar que caigan víctimas de fraudes o que sus datos sean utilizados con fines ilícitos.
"hay un cargo emocional como la tristeza, la ansiedad y pues futura desconfianza no sobre nuestros nuestros datos, para eso les vamos a dar algunos tips para que no sucedan este tipo de cosas con el robo de de información, hay que cuidar nuestros dispositivos muchas veces cargamos en nuestro celulares más información de la que de la que tenemos en en casa o en otro lugar" Víctor Valenzuela- experto en tecnología
La falta de precaución en el uso de internet y dispositivos digitales puede acarrear graves consecuencias, desde problemas de privacidad hasta delitos como el robo de identidad, fraude financiero, y exposición involuntaria a contenido violento o sexual. Además, no es raro que los menores caigan en las redes de delincuentes cibernéticos, que pueden suplantar identidades o utilizar imágenes y conversaciones personales con fines maliciosos.
"Debido al auge que han tenido redes sociales los mensajeros instantáneos y otras aplicaciones de entretenimiento ,las interacciones han ido aumentando entre todo tipo de personas y como estas redes sociales de aplicaciones están abiertas a la comunicación con desconocidos y con conocidos pues se presta para que ocurra el ciber acoso" Víctor Valenzuela- experto en tecnología
Mientras que la tecnología y el acceso a internet brindan grandes ventajas, también exigen una vigilancia constante para prevenir los riesgos asociados, especialmente en lo que respecta a la seguridad y el bienestar de los menores.