Una de las principales causas de morbimortalidad en niños y adolescentes en el mundo es el cáncer, según las estimaciones de GLOBOCAN-2018 cada año se detectan 18 millones de casos de cáncer, de los cuáles 200 mil son diagnosticados en niños y adolescentes.
El cáncer de niños y niñas tiene un impacto físico, social, psicológico y económico, tanto para el paciente como para sus familiares.
En países de altos ingresos la probabilidad de vencer la enfermedad y vivir es de un 80%, pero en países de ingresos medios o bajos la sobrevida alcanza tan solo un 20%. Los factores son la incapacidad de un diagnóstico preciso y oportuno, poco o nulo acceso a los tratamientos, el abandono de éste, la falta de medicamentes, defunciones por toxicidad, o simplemente la falta de un sistema de salud que pueda atender los casos.
Según datos del departamento de Atención Oncológica del IMSS en lo que va del 2025 un total de 440 niños y adolescentes concluyeron su tratamiento contra el cáncer de manera exitosa, señaló el doctor Enrique López Aguilar, en sus estados de origen.
Hay una estrategia nacional donde la atención médica se complementa con terapias dirigidas y medicina de precisión, al incorporar moléculas de alto costo que el IMSS adquiere sin restricciones presupuestales, además de terapias psicológicas y de fortaleza con el programa Tú Eres Magia, formando lazos afectivos con el personal de salud y cuidadores que reciben capacitación.
Sonora tiene un OnoCREAN, un Centro de Referencia Estatal para la Atención del Niño y la Niña con cáncer donde se atienden al menos a 68 casos al año, este espacio cuenta con tecnología de diagnóstico avanzado, como terapia dirigida para Leucemia de células T.