Reuniones, estrés y alimentación desordenada
favorecen la aparición de varios padecimientos
El cierre de año suele traer consigo cambios en el ritmo de vida: reuniones sociales, variaciones en la alimentación, mayor estrés y descenso en las temperaturas. Estos factores contribuyen al incremento de diversas enfermedades que afectan a la población durante los últimos meses del calendario.
Entre los padecimientos más comunes destacan los trastornos digestivos, ocasionados por el consumo de alimentos altos en grasa, exceso de azúcares y bebidas alcohólicas. También se registran más casos de resfriados y gripes, debido a la convivencia en espacios cerrados y al clima frío.

Asimismo, incrementan los niveles de estrés y ansiedad, relacionados con compromisos laborales y actividades propias de la temporada. A esto se suman los problemas cardiovasculares, que pueden agravarse por cenas abundantes y la falta de descanso. Finalmente, las alteraciones del sueño se vuelven frecuentes, afectando la energía, el rendimiento diario y el sistema inmunológico.
Ante este panorama, especialistas recomiendan adoptar hábitos saludables como mantener una alimentación equilibrada, dormir adecuadamente, moderar el consumo de alcohol y procurar espacios de descanso y relajación. Tomar medidas preventivas permite disfrutar de la temporada sin poner en riesgo el bienestar físico y emocional.