A un año de la pandemia en Sonora
A un año de la pandemia en Sonora, el COVID-19 ha dejado familias de luto al fallecer uno o varios integrantes, personas recuperadas, pero, con secuelas; ha afectado la economía de la entidad por la suspensión temporal de empresas no esenciales, algunas de ellas tuvieron que cerrar de manera definitiva lo que provocó el desempleo, además, se implementaron las clases a distancia y restricciones de movilidad poblacional.
El 16 de marzo de 2020 se anunciaba por parte de la Secretaría de Salud el primer caso confirmado; se trató de Audomaro Pérez Jiménez, integrante del grupo musical Yndio, quien contrajo el virus en Estados Unidos, tras una gira por varias ciudades en ese país.
Debido a la pandemia, se suspendieron las clases presenciales en el Estado desde el 17 de marzo y se implementaron las clases a distancia, cuya estrategia sigue vigente.
Para esa fecha se escasearon en los comercios los cubrebocas, gel antibacterial y cloro por la psicosis de la gente.
El 20 de marzo la alcaldesa de Nacozari, Juanita Romero, anunció medidas restrictivas de movilidad poblacional en horario de 08:00 de la noche a 08:00 de la mañana, con lo que se convirtió en el primer municipio a nivel nacional en implementar un "toque de queda" como estrategia de contención, y posteriormente otros presidentes municipales más, entre ellos la de Hermosillo, Célida López Cárdenas, decretaron medidas similares con la finalidad de reducir los contagios.
Para el 25 de marzo, la entidad ya contaba con ocho casos confirmados por este virus y ese día la gobernadora Claudia Pavlovich Arellano anunció que a solicitud del Consejo Estatal de Salud la publicación en el Boletín Oficial del Estado el decreto de emergencia sanitaria "Ante el Coronavirus Todos Jalamos". Entre las medidas destacaron fortalecer la estrategia Quédate en Casa y únicamente la operación de los sectores considerados esenciales que garantizaran el abasto y la disponibilidad de alimentos, medicamentos, equipo médico, servicios de agua potable, energía eléctrica, distribución de combustibles, transporte y servicios públicos.
Se implementaron restricciones como el cierre de los comercios y actividades no esenciales de abril a agosto de 2020, lo que generó una crisis económica al cerrar de manera definitiva 622 empresas y perdiéndose 39 mil 897 empleos en la entidad, informó Alejandro Romero, analista económico.
"El arranque de año ha sido bueno, se han generado 25 empleos desde septiembre de 2020 a febrero de 2021, más o menos eso abarcar que se han recuperado el 63 por ciento de los empleos formales perdidos durante la etapa inicial de la pandemia", dijo.
La pandemia ha presentado dos olas de altos contagios, la primera en verano y la segunda a finales de diciembre de 2020 y en enero de 2021.
La primera ola causó que se saturaran los hospitales públicos y privados con áreas COVID; de igual manera, se saturaron la cremación en funerarias privadas con la entrega de cenizas hasta siete días después.
El pico más alto de la primera ola fue del 5 al 11 de julio de 2020 con 3 mil 360 casos confirmados y 374 defunciones, mientras que el pico más alto en la segunda que comprende del 27 de diciembre de 2020 al 02 de enero de 2021 fue de 2 mil 446 diagnósticos positivos y 231 decesos.
El alergólogo Alberto Monteverde Maldonado recordó que en la segunda ola fue más veloz el contagio del virus porque las personas se habían relajado en las medidas sanitarias cuando Sonora estuvo en color naranja en agosto y bajó a amarillo en septiembre y finales octubre del año pasado.
"Una segunda ola que tuvimos con un ascenso mucho más rápida que así lo empezamos a ver más o menos a finales de octubre y principios de noviembre en el que decíamos ya había una tendencia al alza en el número de casos y esa tendencia se consolidó rápidamente en diciembre, de tal suerte que se disparó", indicó.
Hasta este lunes 15 de marzo van 68 mil 316 personas confirmadas positivas, 66 mil 122 se han recuperado y 5 mil 886 fallecieron a causa de esta enfermedad viral.
Gonzalo Leyva Pacheco, de 55 años de edad, es uno de los 66 mil 122 personas aliviadas del COVID-19, estuvo internado 19 días con asistencia de oxígeno no invasivo en los pasados meses de diciembre y enero en el Hospital Ignacio Chávez de Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de Sonora (Isssteson), tiene secuelas como fatiga y agitación con las cuales está batallando.
Pensó que agravaría su estado de salud ya que padece de diabetes y de tiroides.
"Agradecido y tan bendecido de haber sido sobreviviente. Esas cosas no son nada en comparación de todo lo bueno que me ha pasado", comentó.
Ya está de regreso con su familia y no puede hacer mucho esfuerzo ya que se agita y le falte el aire para respirar, contó.
Platicó que realiza ejercicios de respiración en su casa y que le enseñaron los médicos que lo atendieron en el nosocomio además de llevar una buena alimentación para recuperarse al cien por ciento.