Un escenario dramático y trágico es el que se registra en estos momentos en Bagdad, donde un doble atentado suicida ha dejado (de momento) 32 personas muertas y más de 100 heridos.
De acuerdo con los primeros reportes, un hombre acudió a un mercado en el centro de la ciudad y externó un malestar físico, minutos más tarde estalló con una bomba causando pánico entre los civiles que estaban en los alrededores.
El segundo ataque lo realizó un hombre que llegó a la misma zona de Bab al Sharqi, a bordo de una motocicleta, para momentos después también hacerse explotar, al parecer ambos suicidas iban escapando de las fuerzas de seguridad.
Al menos 32 personas han muerto según ha informado el director del departamento de defensa civil, Kadhim Salman Bohan, en el lugar del suceso, de momento ningún grupo se ha responsabilizado de la matanza.
El ataque, el primero de esas características en los últimos años, supone un duro golpe para la capital iraquí que, a pesar de las convulsiones políticas, había logrado recuperar una cierta normalidad desde la derrota del Estado Islámico en 2017.
El atentado se ha producido en el mercado al aire libre de la plaza de Al Tayarán, muy cerca de la conocida plaza de Tahrir de la capital.
Este tipo de ataques suicidas se hicieron habituales durante el terror desatado por el Estado Islámico que en el verano de 2014 se hizo con el control de un tercio de Irak. Sin embargo, se desde su derrota territorial en 2017, Bagdad, una macrociudad de 10 millones de habitantes, casi había logrado olvidarse de ellos, el último, en junio de 2019, causó diez muertos entre los fieles de una mezquita en el este de la capital.