El flujo de personas extranjeras que atraviesan México con la intención de llegar a Estados Unidos se ha disparado en los últimos años, generando retos importantes para las autoridades migratorias y para la política pública del país
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advierte que este fenómeno se ha cuadriplicado entre 2021 y 2024, evidenciando la complejidad creciente de la migración regional.
De acuerdo con el estudio Panorama sociodemográfico de la población en tránsito migratorio por México y en las fronteras norte y sur del país, los registros administrativos de personas extranjeras sin documentación migratoria pasaron de 309.692 en 2021 a 1.234.698 en 2024.
Este aumento coincide con un endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos, lo que ha modificado las rutas y la composición de los flujos migratorios hacia el norte
Diversificación de los flujos migratorios
El informe de la Cepal resalta que la migración en tránsito ya no se limita a ciertos países de Centroamérica.
Venezuela se ha convertido en el principal país de origen, desplazando a Guatemala, Honduras y El Salvador, lo que refleja la emergencia de nuevas dinámicas migratorias en América Latina.
La migración en tránsito se define como el desplazamiento temporal de personas a través de un país sin intención inicial de establecerse allí, pero con riesgos asociados, como violencia, explotación o falta de acceso a servicios básicos.
La Cepal subraya la ausencia de investigaciones y datos específicos sobre este fenómeno y urgió a las autoridades mexicanas a generar espacios interinstitucionales para un mejor conocimiento de la migración en tránsito. Esto permitirá diseñar políticas públicas más efectivas para proteger los derechos y la salud de quienes atraviesan México
Organizaciones como Médicos Sin Fronteras han alertado que miles de migrantes se encuentran "atrapados" en territorio mexicano, enfrentando violencia, criminalización y falta de acceso a servicios de salud física y mental.
Esta situación evidencia la necesidad de atender con urgencia los efectos humanitarios del fenómeno.
A pesar del aumento general, la Cancillería mexicana informó que, desde octubre pasado, el flujo en la frontera con Estados Unidos disminuyó 91 %, pasando de 3.640 a 285 encuentros con migrantes en los últimos diez meses, un resultado atribuido a las políticas del Gobierno de Claudia Sheinbaum.