Sam, Mike, Leia, Harry, Bongo, Ringa, Petra, Spidey, Goku y Krilin son perros de las razas pastor belga, pastor alemán y golden retriever que están en proceso de entrenamiento para detectar a personas con COVID-19.
Sergio Castilla Gutiérrez, director de entrenamiento canino, contó que por la pandemia cerró su negocio de entrenamiento, y para reactivar su economía pensó en replicar en Hermosillo lo que se estaba haciendo en países europeos: entrenamiento de canes para detectar a personas con COVID-19.
Lo primero que hizo fue platicarle la idea a su amigo Juan Manuel Mancilla Tapia, a quien le había ayudado a entrenar a su perra Leia para detectar las crisis epilépticas que padece, por lo que desde hace tres meses crearon, junto a Victoria Lozano, la empresa OBI Caninos contra el COVID.
Los diez canes tienen entre uno y tres años de edad, y entrenan en dos turnos con un tiempo aproximado de cuatro minutos cada uno en ambos turnos.
Explicó que el entrenamiento se divide en cuatro etapas, la primera es que los animales se ejerciten físicamente, después pasan a un área con ocho pequeños contenedores, en donde uno de ellos se guarda una frasco con un algodón que tiene sudor de una persona contagiada con COVID-19, el perro tiene que detectar en donde se encuentran la muestra, misma que tiene carga viral de baja intensidad para que el animal no corra riesgos de salud, ni los entrenadores quienes portan trajes especiales, cubrebocas y guantes como medida sanitaria.
La tercera etapa consiste en que el can debe detectar dos muestras, una con carga viral y la otra sin carga viral. En la última etapa, cuando los perros ya estén listos, realizarán trabajo de campo trabajo, recorren los Centros Centinelas y Anticipa para detectar a las personas con este virus.
"A los perros les estamos enseñando diferentes componentes del coronavirus por medio del sudor, entonces, lo que se ha comprobado desde hace muchos años científicamente, es que el perro puede detectar diferentes patógenos en donde el perro por medio del olfato indica en dónde hay un cambio molecular en tu cuerpo", explicó.
Señaló que cuatro de los seis perros ya se encuentran en la fase tres y en unos 15 días más estarán en trabajo de campo.
"Lo que nosotros estamos haciendo ahorita, que estamos en una de las fases tres que es poder tener al perro en unos 15 días, más tardar tres semanas, exageradamente, tenerlos en el Centro Anticipa para hacer esta valoración para hacer esta prueba piloto y estar metiendo más perros al proyecto", comentó.
Cuando los perros detectan la carga viral en las muestras o en las personas, se sientan y permanecen quietos, señal que indica al personal médico a quienes deben realizarle estudios clínicos para comprobar si padece la enfermedad.
Comentó que en las pruebas que se han realizado con los perros, nueve de cada diez tienen éxito. Añadió, que tiene planes de ofrecer los servicios a los aeropuertos para que los perros puedan detectar a pasajeros y visitantes con carga viral de COVID.