A cuatro años del gobierno de Indira Vizcaíno, la problemática en el sector salud en Colima continúa afectando a pacientes que diariamente enfrentan la falta de medicamentos, largas esperas, fallas en aparatos médicos y deficiencias en la atención.
La promesa, que se comparaba con la eficiencia de Dinamarca, no se ha cumplido. Incluso, pacientes aseguran que antes "estaban mejor".
"Estaba más regulado me daban así por altero de medicamento y ahora sí no// Y ahora sí no, yo he tenido problemas con mi pie y he pagado mucho dinero en particular hasta 70 u 80 mil pesos".
A finales de octubre, una sobreviviente de cáncer denunció en un evento de gobierno la interrupción de tratamientos ante la dificultad para adquirir medicamentos.
"El Instituto ya no es el mismo de hace algunos años, no hay prácticamente nada para seguir la continuidad de cientos y cientos de tratamientos oncológicos y se ha vuelto un hospital incapaz de salvar vidas y dar continuidad a pacientes con cáncer".
Se intentó resolver la problemática en febrero con la instalación de módulos de atención ciudadana para agilizar temas de desabasto o retraso en citas, sin embargo los pacientes señalaron en repetidas ocasiones que eran inservibles, pues a pesar de señalar algún faltante la espera era larga.
"A veces no tienen una y yo tengo que comprar acá, es de por vida, es la alta presión// ya hace muchos años sí había me daban y me daban y a toda madre no compraba, pero tiene poco para acá que ya están las cosas a medias".
Las instalaciones deficientes con fallas en tomógrafos y laboratorios, aires acondicionados descompuestos y los quirófanos inhabilitados lo que ha reflejando el retroceso en los servicios de salud pública en el estado.