En la actualidad, la salud mental de los jóvenes se alza como una prioridad ineludible, trastornos como la ansiedad y la depresión, lamentablemente, han ganado terreno entre esta población y, con la irrupción de la pandemia por COVID-19, estos desafíos se intensificaron, pues según datos de la Organización Mundial de la Salud aumentó en un 27% la ansiedad y 15% la depresión en los jóvenes, afectando especialmente el ámbito escolar.
Ante este panorama, las instituciones educativas han implementado programas destinados a atender las necesidades emocionales de los alumnos, estos esfuerzos buscan no solo abordar los efectos de la pandemia en la salud mental, sino también apoyar a los jóvenes para que superen estas problemáticas y puedan continuar con éxito sus estudios.
"Los centros de atención estudiantil que tenemos en todas las unidades regionales dieron mucha cobertura psicológica y nutricional y de distintos tipos a alumnos que estaban con muy altos niveles de ansiedad y en algunos casos con depresión", expresó Armando Flórez Arco, Director General de Escuelas Preparatorias de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Sin embargo, surge una advertencia crucial por parte de expertos en salud mental, pues la tendencia al autodiagnóstico, amplificada por las redes sociales y videos que abordan estos trastornos, preocupa a los profesionales. La identificación precipitada con ciertos síntomas puede llevar a jóvenes a proclamar padecer ansiedad o depresión sin un diagnóstico profesional.
"Hay muchas personas que a lo mejor no son profesionales de la salud mental y que hacen vídeos relacionados a eso con ciertas situaciones, con cierta sintomatología y muchas personas dicen, pues yo me identifico", señaló Gonzalo Castaños, psicólogo.
Es imperativo que los jóvenes no se sumerjan en el autodiagnóstico, sino que busquen ayuda de expertos, el llamado es claro, la salud mental es un tema delicado que requiere atención especializada. Al acceder a recursos profesionales, los jóvenes no solo se benefician individualmente, sino que contribuyen a desterrar estigmas y promover un enfoque más informado y comprensivo de la salud mental en la sociedad.