El próximo 14 de junio de 2025 se celebrará el No Kings Day (Día Sin Reyes), bajo el lema "Sin tronos, sin coronas, sin reyes"
Se trata de un movimiento de protesta que tendrá lugar en Estados Unidos y otros países, como respuesta directa al comportamiento autoritario del presidente Donald Trump.
La elección de esta fecha no es casual: coincide con el Día de la Bandera en EE.UU., el 250 aniversario de la fundación del Ejército estadounidense y el cumpleaños número 79 de Trump.
Ese día, el mandatario ha planeado un desfile militar masivo en Washington D.C., financiado con recursos públicos. Diversos medios estiman su costo entre 25 y 45 millones de dólares.
Para los organizadores del No Kings Day, este desfile representa un espectáculo de poder personalista y una señal alarmante de deriva autoritaria. En respuesta, promueven valores democráticos y resistencia ciudadana.
Se prevé la participación de 6,000 soldados, 50 helicópteros y 150 vehículos blindados en las calles de la capital
El movimiento es impulsado por grupos progresistas como Indivisible, Public Citizen, Social Security Works, Third Act y Commit to Democracy.
Señalan que Trump ha desafiado la autoridad judicial al ignorar fallos de los tribunales, ha implementado políticas migratorias agresivas -incluyendo deportaciones de ciudadanos estadounidenses y desapariciones forzadas-, ha recortado servicios públicos y programas sociales, y ha favorecido con contratos y privilegios a sus aliados multimillonarios.
Inspirado en la tradición histórica de resistencia al poder absoluto, el movimiento retoma las ideas de figuras como John Frost, defensor de la igualdad y crítico de la monarquía, y Thomas Paine, quien en su libro Common Sense (Sentido común), argumentó a favor del autogobierno y en contra del dominio de reyes.
El nombre No Kings enfatiza que el poder no debe concentrarse en una sola persona, ni utilizarse para glorificar a un líder como si se tratara de un monarca
Se esperan más de 1,600 eventos en Estados Unidos y en países como Canadá, México, naciones europeas y africanas, así como en las Islas Vírgenes, lo que lo perfila como una de las movilizaciones más grandes desde el regreso de Trump al poder.
Trump, por su parte, ha advertido que los participantes de estas protestas en territorio estadounidense se enfrentarán a "una fuerza muy grande", lo que ha encendido alertas ante un posible escenario de confrontación, especialmente en un contexto de creciente militarización y represión policial.
Al apropiarse del Día de la Bandera, el movimiento busca redefinir el patriotismo no como lealtad a un líder, sino como la defensa activa de los valores democráticos