El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, afirmó que no hay indicios de complicidad entre las autoridades y grupos criminales, luego de que se deshabilitarán más de 500 cámaras de vigilancia que eran operadas por organizaciones delictivas en el estado.
Rocha Moya señaló que, si bien la complicidad es una presunción que debe considerarse, no hay pruebas que confirmen una relación entre las autoridades y los grupos criminales, pues la única evidencia que hay es que las cámaras estaban instaladas pero que no habían sido localizadas.
Asimismo, señaló que las cámaras clandestinas estaban camufladas entre las de particulares y destacó la cooperación de la ciudadanía, ya que la presencia de estos dispositivos representaba un riesgo al ser utilizados por la delincuencia para vigilancia.
Finalmente dijo que el operativo para desinstalar cámaras se realizará en todo el estado de Sinaloa.
Desde el 20 de febrero al domingo 2 de marzo las autoridades han desinstalado un total de 554 cámaras de vigilancia instaladas de manera irregular entre Culiacán, Navolato y Mazatlán.