24 personas han muerto por ahogamiento en Durango este 2025

En lo que va del 2025, 24 personas han perdido la vida por sumersión o arrastre en ríos, arroyos y otros cuerpos de agua en Durango, informó el director de la Coordinación Estatal de Protección Civil, Arturo Galindo Cabada.

El funcionario destacó que, con la temporada de lluvias aún en curso, la población debe extremar precauciones al intentar cruzar ríos o arroyos, incluso en zonas que pueden parecer seguras. "Las corrientes pueden ser más fuertes de lo que se percibe, y el riesgo aumenta especialmente en septiembre, cuando se espera la mayor intensidad de precipitaciones", advirtió.

Galindo Cabada también informó que las lluvias han generado incomunicación temporal en algunas localidades debido a derrumbes y caída de rocas sobre caminos rurales. En estos casos, tanto las autoridades municipales como la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas del Estado (SECOPE) han intervenido de manera inmediata para restablecer la circulación y garantizar la seguridad de los habitantes.

El director de Protección Civil reiteró que el principal factor de riesgo es la subestimación de la fuerza del agua y la falta de precaución al intentar cruzar arroyos o ríos durante y después de lluvias intensas. Señaló que, además de la vigilancia de carreteras y caminos afectados, se promueve la educación preventiva para que la población evite exponerse a situaciones de riesgo innecesarias.

Las autoridades recordaron que la prevención y la información son fundamentales para reducir accidentes. Recomendaron no intentar cruzar cuerpos de agua crecidos, respetar señalamientos y, en caso de emergencia, comunicarse con las autoridades locales para recibir apoyo.

La coordinación entre Protección Civil, SECOPE y los municipios ha permitido una respuesta más rápida ante incidentes causados por lluvias y derrumbes, aunque el llamado a la ciudadanía es no bajar la guardia. Las intervenciones incluyen limpieza de caminos, reparación de accesos y supervisión de zonas de riesgo, con el objetivo de minimizar pérdidas humanas y materiales durante la temporada de precipitaciones.