Baja demanda de apoyo a migrantes deportados en Durango
De enero a mayo de 2025, solo cinco personas adultas han solicitado apoyo a través del Instituto Nacional de Migración (INM) en Durango capital para regularizar su situación migratoria tras ser deportadas a México. Según reportes oficiales, todos los trámites se realizaron en las oficinas del INM ubicadas en la capital del estado, donde los interesados solicitaron la carta de repatriación que les permite acceder a programas sociales federales como "65 y más" o "Jóvenes Construyendo el Futuro".
Los cinco casos atendidos corresponden a personas que llegaron por sus propios medios al estado de Durango después de su deportación y posteriormente acudieron a iniciar el proceso de regularización. Cabe destacar que, en el mismo periodo, no se registró ninguna solicitud por parte de menores de edad, ya sea que viajaran acompañados o no.
La carta de repatriación que expide el INM es un documento clave para que los connacionales deportados puedan reintegrarse a la vida productiva del país, pues les da acceso a diversos beneficios gubernamentales siempre y cuando cumplan con los requisitos establecidos en cada programa. Sin embargo, la baja cifra de solicitudes en Durango contrasta con los altos volúmenes de deportaciones que se registran a nivel nacional.
Autoridades migratorias locales explican que esta situación podría deberse a varios factores: muchos migrantes prefieren retornar directamente a sus lugares de origen en otros estados del país, desconocimiento sobre los apoyos disponibles o falta de información sobre los trámites necesarios para acceder a ellos.
El INM en Durango mantiene sus servicios disponibles para atender a cualquier persona repatriada que requiera orientación o apoyo para su reintegración. Las instalaciones en la capital estatal están preparadas para brindar asesoría sobre los programas sociales a los que pueden acceder, así como para emitir la documentación necesaria que acredite su situación migratoria.
Este panorama sugiere la necesidad de reforzar las campañas informativas sobre los derechos y apoyos disponibles para las personas deportadas, especialmente en una entidad como Durango que históricamente ha sido expulsora de migrantes. Aunque la cifra actual de solicitudes es baja, las autoridades mantienen los protocolos de atención para quienes requieran estos servicios en el futuro.
