La Secretaría de Seguridad Pública del Estado implementa un enfoque multidisciplinario para atender a los jóvenes detectados en el marco del Operativo Dragón, con el objetivo de reducir su participación en hechos violentos y ofrecerles alternativas para su desarrollo personal.
El titular de la dependencia, Óscar Galván, informó que este esfuerzo no se limita a la detención o sanción por faltas administrativas. Explicó que se busca intervenir de forma temprana en la vida de estos jóvenes, muchos de los cuales presentan riesgos de incorporarse o ya forman parte de grupos delictivos.
"El propósito no es solamente detenerlos. Son jóvenes con potencial y lo que necesitamos es redirigir su camino. Estamos trabajando en estrategias que permitan canalizarlos a actividades deportivas, educativas y sociales que ayuden a romper ciclos de violencia", señaló el funcionario.
Galván indicó que se han establecido vínculos con otras instituciones, tanto del ámbito educativo como de salud y desarrollo social, para brindar una atención más completa. La intención es que, además de atender los factores inmediatos que los vinculan con conductas antisociales, se construyan condiciones para su reinserción efectiva en la comunidad.
En este contexto, el Operativo Dragón no sólo tiene una función de vigilancia y contención, sino también de detección de perfiles que requieren intervención focalizada. El secretario explicó que, en muchas colonias donde opera el programa, se han identificado patrones repetitivos de participación juvenil en conflictos, lo que ha llevado a priorizar acciones de prevención.
Uno de los principales retos es desarticular las dinámicas de las pandillas urbanas. Según Galván, canalizar a los jóvenes hacia entornos más seguros y productivos es una estrategia a mediano plazo para debilitar estos grupos, que muchas veces operan en espacios de abandono institucional.
Aunque no se detallaron cifras específicas de jóvenes atendidos o resultados obtenidos hasta ahora, la Secretaría de Seguridad Pública reiteró que este enfoque será una línea permanente dentro del operativo. La meta es reducir la reincidencia y ofrecer rutas de salida para quienes hoy se encuentran en entornos marcados por la violencia.