Colonia lazaro serrano montes en el olvido de gobierno

La señora Karla Martínez, residente de la colonia Lázaro Serrano Montes, ha manifestado que desde la fundación de la colonia hace 14 años, no han sido considerados para el programa de pavimentación anunciado por el municipio. Desde los inicios del asentamiento, han enfrentado problemas de salud que van desde irritación de garganta hasta infecciones graves en el cuerpo. Por tanto, solicitan ser incluidos en los planes de pavimentación para finalmente poder controlar los problemas de salud que afectan a los menores y a los adultos mayores de la zona.

La falta de pavimentación en la colonia Lázaro Serrano Montes ha tenido un impacto negativo en la calidad de vida de sus habitantes. Las calles sin pavimentar pueden convertirse en criaderos de polvo y lodo, lo que contribuye a la proliferación de enfermedades respiratorias y cutáneas, especialmente entre los segmentos más vulnerables de la población, como los niños y los ancianos.

Los problemas de salud derivados de la falta de pavimentación no solo afectan el bienestar físico de los residentes, sino también su calidad de vida en general. El polvo y la suciedad pueden infiltrarse en las viviendas, causando incomodidad y malestar, y dificultando la realización de actividades diarias.

La inclusión en el programa de pavimentación del municipio sería un paso crucial hacia la mejora de las condiciones de vida en la colonia. Una infraestructura vial adecuada no solo facilitaría el acceso a los servicios básicos, sino que también contribuiría a la prevención de enfermedades y al fortalecimiento de la salud comunitaria en general.

Es imperativo que las autoridades municipales atiendan las necesidades de la colonia Lázaro Serrano Montes y consideren su inclusión en los planes de pavimentación. Esta medida no solo beneficiaría a los residentes actuales, sino que también sentaría las bases para un desarrollo sostenible y equitativo en el futuro.

La voz de la señora Karla Martínez y de los demás habitantes de la colonia es un recordatorio de la importancia de la participación ciudadana y la atención a las necesidades locales en la planificación y ejecución de proyectos de infraestructura urbana. Es fundamental que las autoridades municipales escuchen y respondan de manera efectiva a las demandas de la comunidad, garantizando así un entorno urbano seguro, saludable y accesible para todos sus habitantes.