Durante los primeros meses del año 2025, el estado de Durango ha experimentado un incremento significativo en el número de incendios, tanto en zonas urbanas como rurales, situación que ha puesto en alerta a las autoridades locales. Entre los siniestros registrados se encuentran incendios en recicladoras, vehículos particulares y oficiales, casas habitación, negocios y, con mayor frecuencia, en pastizales. La mayoría de estos incidentes han ocurrido durante la temporada seca, que abarca de enero a mayo, cuando las condiciones ambientales propician la propagación del fuego.
De acuerdo con la Coordinación Estatal de Protección Civil y la Dirección Municipal de Protección Civil, uno de los principales factores que contribuyen a estos siniestros es la quema agrícola sin control, especialmente en municipios como El Mezquital, Pueblo Nuevo y Canatlán. En años anteriores, como 2022 y 2024, se reportaron entre 150 y 300 incendios forestales anuales en el estado, muchos de ellos provocados por acciones imprudentes que podrían evitarse.
En zonas urbanas, los incendios domésticos y vehiculares han sido motivo de especial preocupación. Durante la primera semana de abril de 2025, se documentaron al menos siete incendios en automóviles, algunos con pérdidas totales. Las causas más comunes en estos casos incluyen el mal estado de las instalaciones eléctricas, el uso inadecuado de tanques de gas, sobrecarga en enchufes, veladoras encendidas sin supervisión y aparatos electrónicos dejados conectados.
Las consecuencias para las víctimas son graves: pérdidas materiales, lesiones físicas, afectaciones psicológicas, desplazamiento temporal y fuertes gastos económicos. Por ello, Protección Civil ha reiterado varias recomendaciones para prevenir este tipo de emergencias. Entre ellas destacan evitar fogatas sin permiso en áreas rurales, revisar periódicamente las instalaciones eléctricas y de gas, no dejar veladoras encendidas sin vigilancia, no acumular basura inflamable y evitar tirar colillas de cigarro en espacios secos o con pasto.
En la capital del estado y en municipios como Gómez Palacio, también se han reportado casos en los que viviendas han sido consumidas por el fuego, afectando a familias completas que han perdido su patrimonio. Las autoridades han hecho un llamado urgente a la ciudadanía para mantenerse vigilante de su entorno, reportar cualquier situación de riesgo y seguir las recomendaciones emitidas por los cuerpos de emergencia.
Aunque en muchos de los casos no se ha determinado el origen exacto del fuego, la prevención y la responsabilidad ciudadana son clave para reducir los daños y evitar que más personas resulten afectadas.