Durango elige jueces entre sombras y fraude
La reciente elección judicial en Durango ha generado una oleada de críticas y descontento tanto a nivel nacional como internacional, al ser calificada por diversos actores políticos como un "cochinero" y una simulación democrática. El presidente nacional del PRI, Rafael Alejandro Moreno, denunció públicamente las irregularidades del proceso, calificándolo como una farsa que exhibe el deterioro del sistema judicial y electoral en México.
"Cerca del 90% de las y los ciudadanos no participaron y hubo más de un 22% de votos nulos. Es una elección manchada desde su origen", declaró Moreno. El líder tricolor acusó que la votación fue manipulada con "acordeones" e inducción del voto, además de estar completamente orquestada para favorecer a intereses afines al actual gobierno.
La baja participación ciudadana, aunada al elevado número de votos anulados, ha encendido las alertas sobre la legitimidad de este nuevo esquema de elección judicial. Analistas coinciden en que este experimento democrático no solo ha fracasado, sino que amenaza con socavar la autonomía judicial y la confianza pública en las instituciones.
Moreno anunció que el PRI, como partido y junto a la ciudadanía, presentará una causal de nulidad para revocar los resultados. "Vamos a acudir a todas las instancias jurídicas nacionales e internacionales", advirtió.
La elección judicial en Durango, concebida como una innovación para acercar la justicia a la sociedad, ha terminado por convertirse en un símbolo de regresión democrática. Para muchos, representa un intento del gobierno por consolidar un sistema de partido único, debilitando los contrapesos del poder.
Mientras tanto, la legitimidad del Poder Judicial en Durango pende de un hilo, en medio de un proceso que, lejos de fortalecer la democracia, ha expuesto sus fisuras más profundas.
