En Durango, los casos de extorsión han experimentado una disminución notable en los últimos años, pasando de 65 denuncias registradas en 2022 a 28 en septiembre de 2024. A pesar de esta reducción significativa, este delito sigue siendo un problema que afecta a la comunidad, generando no solo pérdidas económicas, sino también daños emocionales como estrés, ansiedad y desconfianza entre las víctimas. La Fiscalía General del Estado ha implementado diversas estrategias para combatir este flagelo, incluyendo campañas de educación, fomento de la colaboración comunitaria y promoción de la denuncia oportuna. Estas acciones buscan fortalecer la vigilancia y la cooperación entre las autoridades y los ciudadanos, con el objetivo de erradicar la extorsión y garantizar la seguridad de la población.
Aunque las cifras oficiales muestran una disminución en el número de denuncias, se estima que muchos casos de extorsión no son reportados a las autoridades. Esto se debe, en gran medida, al miedo de las víctimas a represalias por parte de los extorsionadores o a la desconfianza en el sistema de justicia. La Fiscalía General del Estado ha reconocido este desafío y ha trabajado en generar confianza entre la ciudadanía, promoviendo la importancia de denunciar estos hechos para que los responsables puedan ser identificados y sancionados. Además, se han llevado a cabo campañas informativas para que la población conozca los métodos más comunes utilizados por los extorsionadores y cómo actuar en caso de ser víctima de este delito.
Las estrategias implementadas por las autoridades incluyen la colaboración con organizaciones civiles y líderes comunitarios para fomentar una cultura de denuncia y prevención. También se han reforzado los canales de comunicación entre la ciudadanía y las fuerzas de seguridad, facilitando el reporte de casos de extorsión de manera anónima y segura. Estas medidas han permitido que más personas se sientan respaldadas al momento de denunciar, lo que ha contribuido a la reducción de los casos registrados. Sin embargo, las autoridades reconocen que aún queda mucho por hacer para erradicar por completo este delito.
La extorsión no solo afecta a las víctimas de manera económica, sino que también deja secuelas emocionales que pueden perdurar por mucho tiempo. Por ello, la Fiscalía General del Estado ha enfatizado la importancia de brindar apoyo psicológico y legal a quienes han sido afectados por este delito. Además, se ha hecho un llamado a la población para mantenerse alerta y no caer en las tácticas de intimidación utilizadas por los extorsionadores. La lucha contra la extorsión en Durango es un esfuerzo conjunto que requiere la participación activa de todos los sectores de la sociedad, con el fin de construir un entorno más seguro y libre de este tipo de delitos.