Las remesas representan uno de los pilares económicos para millones de familias mexicanas. Cada año, el país recibe más de 62 mil millones de dólares por este concepto, recursos que sostienen el consumo en regiones de bajos ingresos y ayudan a mantener cierta estabilidad en la economía local.
Sin embargo, una nueva medida legislativa en Estados Unidos podría modificar este flujo. La Cámara de Representantes, con mayoría republicana, aprobó un impuesto del 3.5 % sobre las remesas enviadas desde su territorio. Aunque la propuesta original era del 5 %, la versión final reduce el monto, pero mantiene el objetivo: gravar las transferencias de dinero que realizan migrantes a otros países, incluido México.
En 2024, Durango recibió 27 mil 414 millones de pesos en remesas, lo que representa el 10.2 por ciento de su PIB estatal. El acumulado en dólares en el año fue de mil 371 millones de dólares. Es decir, que en promedio uno de cada 10 hogares obtuvo remesas.
En Durango, municipios como Gómez Palacio, Vicente Guerrero y Guadalupe Victoria dependen en gran medida de las remesas enviadas desde Estados Unidos. Estos recursos permiten a muchas familias cubrir gastos básicos y sostener pequeños negocios. La aplicación del impuesto reduciría el monto que llega a los hogares, afectando tanto el consumo como la economía local en zonas con alta migración.
El proyecto forma parte del paquete presupuestario federal que entraría en vigor el próximo año. Ahora se encuentra en manos del Senado, que tiene hasta el 30 de septiembre para debatir y votar su aprobación.
De ser avalado, el impuesto afectaría principalmente a migrantes sin residencia permanente, así como a quienes cuentan con visas temporales. En términos prácticos, implicaría un cargo adicional de 35 dólares por cada mil enviados.