Más de 1,300 reses muertas por sequía en Durango

La sequía ha provocado la muerte de más de 1,300 cabezas de ganado en Durango, según cifras recientes de la Confederación Nacional Campesina (CNC). El impacto se concentra en regiones donde el agua para consumo animal y la disponibilidad de forraje se han desplomado. Las presas y bordos se mantienen en niveles mínimos, sin capacidad de respuesta frente a la demanda del sector ganadero.

Antonio Morales, dirigente estatal de la CNC, advirtió que los meses más complicados apenas comienzan. "Mayo y junio ya están pegando fuerte, y el pronóstico para julio, agosto y septiembre no es nada alentador. Las lluvias han sido escasas y desiguales. La mayoría de los cuerpos de agua están muy por debajo de lo esperado", dijo.

Ante este escenario, Morales llamó a los productores a actuar con rapidez. Aseguró que es momento de tomar decisiones difíciles para evitar pérdidas mayores, incluyendo la venta o sacrificio anticipado de animales que no lograrán sobrevivir. "En 2011 tuvimos más de 130 mil muertes de ganado. Eso ocurrió porque no se tomaron medidas a tiempo. Hoy no podemos repetir ese error", advirtió.

La CNC estima que la situación actual puede agravarse si no hay apoyos concretos por parte de autoridades estatales y federales. Se requieren recursos para la compra de suplemento alimenticio, distribución de agua y rehabilitación de bordos. Sin embargo, hasta el momento no se ha activado ningún plan emergente de atención directa al sector.

El impacto no solo es económico. En varias comunidades, la pérdida de animales ha comenzado a afectar la estabilidad alimentaria de las familias que dependen de esta actividad. "Muchos pequeños productores están a punto de quedarse sin nada. No solo pierden ingresos: pierden su medio de vida", agregó Morales.

La temporada de lluvias no se ha establecido en gran parte del estado, y la presión sobre el ganado continúa. La CNC espera que los próximos días haya un pronunciamiento oficial sobre medidas preventivas.